«Había que pasar más tiempo en el océano Sur»
Un total de 34 años lleva Richard Brisius involucrado con la vuelta al mundo con escalas y tripulación, llamada The Ocean Race desde 2019. Ha conocido la etapa de la Whitbread Round the World Race (de 1973 a 1997) y la de la Volvo Ocean Race (de 2001 a 2018). Ha sido regatista y ha dirigido varios equipos, como el Ericsson 4, que se impuso en la edición de 2008-09, o el Team SCA, que hizo historia por ser exclusivamente femenino. Es presidente de The Ocean Race desde el año 2017 y uno de los artífices de la nueva era del evento. —Hace cinco años que la vuelta al mundo con tripulación fue rebautizada como The Ocean Race, y también se introdujo la clase IMOCA. ¿Cómo valora esta etapa? —Fue una gran transformación. Nos dimos cuenta de la necesidad de continuar nuestro legado, que había que pasar más tiempo en el océano Sur, por ejemplo, o posibilitar que se rompieran récords de velocidad. También iniciamos nuestro programa de protección de los océanos. —Y hace unas semanas han anunciado la nueva era. —Sí, han sido cinco años de trabajo duro y cinco días en que siento que esto realmente se está moviendo hacia la dirección correcta. El disputar una vuelta al mundo cada cuatro años es difícil de gestionar, porque es siempre empezar y parar. Queríamos ofrecer continuidad, de ahí la introducción de las regatas europea y atlántica como previas a la vuelta al mundo. —¿Qué autocríticas hace de la última edición? —Deberíamos hablar más sobre ello. Quizá la más importante es que no ayudamos a los equipos económicamente, y conseguir montar un proyecto para dar la vuelta al mundo es una gran empresa. —En la próxima edición los VO65 no están convocados, solo los IMOCA. —Exacto. Los VO65 u otras clases anteriores exclusivas para esta regata tenían un alto coste y escaso mercado de segunda mano. En cambio, con los IMOCA estamos aprovechando los barcos de la Vendée Globe, puedes competir con un barco nuevo o de segunda generación, y económicamente sale más a cuenta. Los IMOCA son un referente en innovación tecnológica, y son barcos robustos y rápidos, que están rompiendo récords de velocidad. —Por el momento hay ocho equipos inscritos en The Ocean Race Europe. Versus los 40 barcos de la Vendée, ¿no parece poco? —La cuota máxima es de diez barcos. Ocho ya es una buena cifra. Con más, es muy difícil seguir la actualidad y los fans se segmentan demasiado entre los equipos. —¿Hay alguna posibilidad de tener un equipo español? —Espero. Pedro Campos e Iker Martínez quieren volver, cuando sientes el gusanillo es difícil dejarlo. Pero hay más de un grupo español que lo está intentando. —¿Cuál es el plan en materia de género? —En la vuelta al mundo de 2027 mantenemos el requisito de mínimo una mujer a bordo, pero The Ocean Race Atlantic tendrá 50% de hombres y mujeres. Va a ser la primera vez. Tenemos un largo camino por delante pero hemos empezado.