España, a por el gol perdido
El reencuentro de la España campeona de Europa culmina este domingo a ritmo vertiginoso. Solo 72 horas después del empate ante Serbia, la selección vuelve a la acción para medirse a Suiza en su segundo partido de la fase de grupos de la Nations league. Apenas ha dado tiempo a un suave entrenamiento de recuperación en Belgrado, el viaje a Ginebra del viernes por la tarde y un nuevo ensayo en el escenario del partido, un Stade de Geneve cuyo césped no presenta el mejor de los aspectos y que será un hándicap más. España llega al duelo con la delantera coja. A la baja de Morata se sumó la de Mikel Oyarzabal , que abandonó la concentración y regresó a San Sebastián después de sufrir un fuerte esguince en su tobillo izquierdo tras chocar con el guardameta Rajkovic en los últimos instantes del partido ante Serbia. Tampoco es segura la participación de Dani Olmo, que al igual que el vaso sufrió un golpe ante los balcánicos que lo mantiene dolorido. Así que la primera tarea de Luis de la Fuente será encontrar una solución a esa falta de finura y calidad en el último pase que percibió ante Serbia. Repetir con Ayoze, probar con Joselu o apostar por un remedio alternativo como Ferran son las bazas que contempla el seleccionador. Se esperan más cambios en el once, sobre todo para no sobrecargar a determinados jugadores. Entre ellos se cuenta con Rodri, ausente por sanción ante Serbia . El referente del centro del campo español podría disputar sus primeros minutos de la temporada después de perderse el comienzo de la Premier con el Manchester City por culpa de la lesión en los isquios que se produjo durante la final de la Eurocopa. «Siempre priorizamos la salud. Rodri está perfectamente entrenado y en algún momento tendrá que empezar a jugar partidos. Si le toca lo hará sin ningún riesgo», dijo De la Fuente en referencia posibles suspicacias. Al riojano se le vio dolido con el asunto, siempre recurrente, del reparto de minutos de los internacionales. «Pensamos en los futbolistas, pero es que también tienen que jugar con la selección», dijo antes de calificar de «injustas» e «hipócritas» las críticas de los clubes. «Todos los jugadores quieren venir. Y todos los equipos quieren que sus jugadores estén en la selección. Nosotros no hacemos el calendario. Somos víctimas y no responsables de él. Habrá que buscar un equilibrio entre el negocio y la salud de los jugadores. Pero si en septiembre no se pueden jugar 180 minutos en tres días, apaga y vámonos...». Suiza, el rival, lleva años amagando sin dar. Ha conseguido mezclar a una buena generación de futbolistas, cada vez más curtidos en las grandes ligas europeas, y con ella asentarse en las fases finales. Ahora está como la España del siglo pasado, sin pasar de cuartos, pero rozando la campanada. Su escaso acierto en las tandas de penaltis se lo ha impedido hasta el momento. Al enfrentamiento llega como colista del grupo tras perder en Copenhague ante Dinamarca (2-0), en un partido que acabó con nueve jugadores y que le ha dejado sin dos de sus estrellas: Xhaka y Elvedi. Akanji, Freuler y Embolo forman la columna vertebral de un equipo que tiene bastante más potencial que el mostrado en esa derrota en inferioridad pese a que ha perdido a veteranos de prestigio, como Sommer, Schär y Shaqiri. El hecho de que ninguno de los dos equipos ganase en la primera jornada recubre el duelo con una pátina de trascendencia que no tenía hace unos días. Aun así, el nuevo formato de la Nations League , que premia a los dos primeros de cada grupo, da margen para algún error más. «Es un partido de los más importantes que se pueden ver hoy en día. Suiza fue de las selecciones que mejor jugó en la Eurocopa», aseguró De la Fuente, pese a que en sus palabras y gestos se le notaba más preocupado por el césped que por cualquier jugador helvético.