Que viva España
Con el mundo caminando hacia el abismo (los juegos de guerra son con pepinos nucleares), la casualidad colocó en Berlín a Inglaterra y España , dos de las cuatro naciones a las que Marx reconoció derecho de autodeterminación (las otras dos eran Francia y Portugal), en el trance de dirimir una supremacía europea en fútbol. Estos ya no son los tiempos de Marx (salvo para Iglesias, que vive de él, y que ha coronado a Lamine Yamal como «héroe de la clase obrera»), y el nacionalismo es combatido por las elites. En Gran Bretaña, los independentistas escoceses «torcían» en faldita por España en la prensa y en los pubs, y en España los separatistas autóctonos iban con Inglaterra… hasta el... Ver Más