La gesta del ascenso del CDC Moscardó, orgullo del fútbol de barrio
En una de esas curiosas carambolas que de vez en cuando se dan en el fútbol, calendario y balón se unieron este domingo para que el Club Deportivo Colonia Moscardó rubricara una temporada de ensueño y terminara celebrando el salto a Segunda Federación . El destino quiso que este modesto del distrito madrileño de Usera sellara el ascenso el 23 de junio, el mismo día pero 54 años después en el que los rojiblancos lograron el mayor hito de su historia: el salto al fútbol profesional español. Paso fugaz por Segunda división de un entrañable conjunto de barrio que el próximo curso volverá a batallar en categoría nacional, un terreno que no pisa desde 1997, cuando sus aficionados acompañaron a su equipo en el viaje por la ya desaparecida Segunda B. «El Mosca y Usera tienen solera», el viejo lema de la hinchada atrona de nuevo. Desde la singladura por la categoría de bronce entre los años 1994 y 1997, el CDC Moscardó no ha vuelto a aparecer por el fútbol de categoría nacional. Los campos de Preferente y Tercera división de la Comunidad de Madrid han sido durante las últimas tres décadas el hábitat natural de un equipo que, como muchos otros modestos, llegaba a ver el abismo de cerca por motivos económicos. La afición, que este domingo prácticamente llenaba las 5.000 localidades del Román Valero, vuelve a ilusionarse ahora con un club que ha metido la sexta marcha con dos ascensos consecutivos . El pasado año de Preferente a Tercera, categoría de la que se despedía este fin de semana tras el triunfo ante L'Hospitalet. Cuando comenzaron los playoff, pocos apostaban por un hipotético ascenso del CDC Moscardó, un conjunto que durante parte de la temporada fue colista y que terminaba la liga como quinto clasificado. Cambio de rumbo del equipo entrenado por Javi Poves confirmado en un enrevesado camino hacia Segunda Federación. En la primera eliminatoria superó al CD Móstoles, en la semifinal al filial del Leganés y en la final, ya en un enfrentamiento a nivel nacional, rompió el sueño del L'Hospitalet , uno de los gallitos de la categoría y favorito en el duelo ante el conjunto de Usera. Pero el Mosca hizo saltar por los aires los pronósticos y volvió a confirmar que en el fútbol no hay nada escrito antes de jugarse un partido. Fundado el 23 de julio de 1945, el CDC Moscardó nació con la pretensión de que los jóvenes de Usera, y especialmente de la Colonia Moscardó, pudieran jugar al fútbol. El cambio estructural experimentado por el barrio en los años 60 provocó el aumento de la masa social del conjunto rojiblanco, que en la campaña 1963-64 celebró su primer ascenso a Tercera. A pesar de haber vividos momentos malos, este equipo nunca ha dejado de ser motivo de orgullo en el barrio, principal vivero de una afición que jamás ha dejado de hablar de las batallas y anécdotas que fueron dejando durante años los derbis ante Carabanchel y Puerta Bonita . Recuerdo especial para la campaña 1969-70, cuando todo el barrio salió a la calle para celebrar el ascenso a Segunda después de superar una agónica eliminatoria, con partido de desempate incluido, frente al Tarrasa. Modesto del fútbol madrileño para el que tener un campo de hierba resultaba un sueño costoso e imposible, el CDC Moscardó jugó todos sus partidos en Segunda división sobre la tierra del Gabino Jimeno, estadio que llegó a tener una capacidad para 12.000 espectadores y que años después pasaría a denominarse Román Valero , su actual nombre, en honor al presidente más emblemático de la entidad. Un campo que la próxima campaña volverá a recibir en sus vestuarios a rivales de otras comunidades autónomas. Escenario de históricos conciertos, mucho ha cambiado en el Román Valero a los largo de las décadas, pero en sus gradas permanece el espíritu y el sentimiento por el Mosca, un club en el que un modesto trabajador y vecino del barrio, Pepe Martíne z, forma parte de su escudo. Este octogenario vivió como utillero aquel sonado ascenso a Segunda división y este domingo, con la misma ilusión que cuando empezó hace cuatro décadas a limpiar la casera y a ordenar uniformes, celebraba una nueva gesta de su Mosca. Un equipo orgullo de todo un barrio que vuelve a revolucionar a todo Usera, un distrito que sueña con volver a ver repetir aquellas días en los que su equipo coincidió en la Liga con rivales como el Betis, el Deportivo, el Villarreal, el Oviedo, el Rayo o el Córdoba.