La incógnita azzurra
Cuando Italia cayó en la repesca para el Mundial 2018, la necesidad de iniciar un cambio generacional se hizo patente. Roberto Mancini fue el hombre elegido para la tarea y la apuesta dio réditos inmediatos. Comandada por jugadores como Chiesa, Barella o Donarumma, la azzurra firmó una impecable fase de clasificación y conquistó con un fútbol atractivo una Eurocopa en la que no partía como favorita. Precisamente por esta ilusión generada, el colapso que les llevó a quedarse fuera del Mundial de Qatar, cuando cayeron en otra repesca ante la débil Macedonia, fue un golpe terrible para el orgullo italiano. La marcha de Mancini meses después no contribuyó precisamente a calmar las aguas. La federación tuvo la fortuna, eso sí, de disponer de un técnico de prestigio, Luciano Spalletti , que había abandonado el Nápoles después de conquistar el scudetto. Tras diseñar uno de los equipos más brillantes del Calcio, el técnico de Certaldo era el encargado hacer lo propio con la selección. Sin embargo, nueve meses después de su llegada todavía no se aprecia en esta Italia el sello de su entrenador y su rendimiento durante la fase de clasificación arrojó más sombras que luces. Por estos motivos Italia llega a la Euro como un gran interrogante . Su situación es cuanto menos anómala, pues pocas veces un vigente campeón defiende su corona con tan pocas certezas que les respalden. Cuenta con una buena plantilla, pero en la que falta talento diferencial. En ese sentido está lejos del nivel de selecciones como Inglaterra o Francia. Sin embargo, uno no llega muy lejos apostando en contra de Italia. Los transalpinos tienen un orgullo especial, un extra de competitividad y oficio que sale a relucir en los momentos decisivos y que les convierte en un rival incómodo para cualquiera. Spalletti no ha realizado ningún cambio brusco tras su llegada como seleccionador. Su predecesor, Roberto Mancini, apostaba también por el 4-3-3 como formación de base y por un fútbol de posesión, alejado del estilo tradicional italiano, de línea de cinco y catenaccio. La idea de Spalletti es ciertamente similar. Quiere un equipo que domine el balón, que juegue de memoria en el último tercio de campo para encontrar los caminos al gol y que sea muy agresivo en las transiciones con el fin de evitar que el rival le haga daño al contraataque. Italia cuenta con los jugadores adecuados para la idea de su entrenador, pero necesita tiempo para desarrollarla. He aquí el gran problema con el que se ha encontrado el de Certaldo en su primera experiencia como seleccionador. Con apenas un puñado de entrenamientos a lo largo de la temporada, no ha habido tiempo para que su idea cale entre sus jugadores. De ahí que podamos esperar que Italia mejore a medida que avance el torneo. Si Spalletti consigue ensamblar las piezas y desarrollar su plan, la azzurra tiene opciones de alcanzar las últimas rondas del torneo. Noticias Relacionadas estandar No Eurocopa / Grupo A Kroos vuelve al rescate de la 'Mannschaft' Ignacio Tylko estandar No Eurocopa / Grupo C Bellingham y Kane para intentar acabar con el maleficio de Inglaterra Amador Gómez En la portería estará Donnarumma , muy criticado esta temporada en el PSG, pero cuyo rendimiento con Italia siempre es notable. El lateral derecho es para Di Lorenzo, al que Spalletti conoce a la perfección de su etapa en Nápoles. En la izquierda Dimarco tendrá competencia, pues el joven Calafiori ha firmado un curso espectacular en el Bolonia a las órdenes de Thiago Motta. En el centro de la zaga la mala noticia es la lesión de Scalvini, que deja al prometedor zaguero de la Atalanta sin Eurocopa y a Spalletti sin un central ideal para su juego. Mancini y Bastoni formarán teóricamente la pareja titular, aunque es posible que también veamos a Buongiorno. En el centro del campo, la baja de Barella supone un auténtico quebradero de cabeza para su técnico . Como demostró ante Turquía en su último amistoso, sin Barella Italia se convierte en un equipo predecible, al que le cuesta enlazar su medio campo con sus atacantes. Para alivio de Spalletti, se espera que esté recuperado para el debut ante Albania. Junto a él, como regista, estará Jorginho y la duda está en el otro puesto, donde puede optar por una opción más conservadora como Cristante u otra más atrevida con Pellegrini. En la delantera Italia necesita al mejor Chiesa . Las constantes lesiones y el irregular rendimiento de su equipo, la Juventus, no ha permitido ver en las últimas temporadas a ese jugador que deslumbró en la última Eurocopa. Si está en forma, por su dinamismo y su potencia, Chiesa es sin duda el jugador más decisivo de la azzurra. Las opciones se abren en el otro costado, donde Orsolini, Zaccagni y El Shaarawy compiten por un puesto. En la punta de ataque el favorito parece Gianluca Scamacca , que ha firmado en la Atalanta una campaña sensacional tras su amargo paso por Inglaterra.