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Апрель
2024

Caitlin Clark, una 'Petrovic con coleta' que vuelve loco a EE.UU.

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' Desde el logo '. Miles de personas -entre ellas, muchas niñas- llevarán esta noche del viernes una camiseta con esa leyenda y el número 22 en el primer partido de la Final Four del baloncesto universitario femenino , en el estadio de los Cleveland Cavaliers . 'Desde el logo' es una referencia a meter triples pisando las pegatinas que se colocan sobre el círculo central. El número 22 es el de Caitlin Clark, la jugadora universitaria que enchufa desde esa distancia con naturalidad, el elemento más distintivo del gran fenómeno deportivo en EE.UU. ahora mismo. Clark juega para la Universidad de Iowa , uno de esos estados 'fly over', que los estadounidenses ven desde el aire, desde el avión. El país solo mira a Iowa cada cuatro años, por los ' caucus ' que inauguran las primarias de las elecciones presidenciales . Pero desde el año pasado ha estado pendiente del equipo de estudiantes de la universidad. Liderado por Clark, el año pasado llegó a la final y en este, de momento, está a las puertas. Noticia Relacionada Baloncesto estandar No La última revolución de la canasta: jugar al baloncesto sobre una pista de cristal Emilio V. Escudero La FIBA estrenará en Madrid, durante el Mundial sub-19 del próximo verano, una pista revolucionaria que permitirá mejorar la experiencia de las jugadoras y los aficionados Fuera de la cancha, Clark parece una chica convencional . Una estudiante de jersey con capucha, tez pálida, gesto anodino, sonrisa tímida. Con la camiseta de Iowa, es una psicópata del baloncesto . Dispara desde cualquier ángulo y distancia. Tiene un manejo del balón excelso. Penetra, postea, crea jugadas para sus compañeras. Pasa tan bien como tira. Y lo hace todo a gran velocidad. «Juego rápido, conduzco rápido, hago la tarea rápido», ha dicho en una entrevista reciente con ' The Washington Post' . Clark conserva el gesto frío en la cara cuando tiene el balón. Cuando las cosas se tuercen, puede ser volcánica . Protesta, gesticula contra los árbitros, pone caras a su banquillo. Código Desktop Lo de Caitlin Clark y el March Madness femenino está siendo una auténtica locura.

El partido que se marca ayer es para entrar en el olimpo del baloncesto universitario. Lo que se viene en la WNBA????pic.twitter.com/llBUtcCwgt— Cancha NBA (@CanchaNba)

April 2, 2024 Imagen para móvil, amp y app Código móvil Lo de Caitlin Clark y el March Madness femenino está siendo una auténtica locura.

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April 2, 2024 Es una Drazen Petrovic con coleta . Recuerda al yugoslavo por una combinación poco frecuente de talento y colmillo . Clark es una competidora fanática y lo mezcla con gestos de superioridad y con mucho ' trash talk ', 'hablar basura', enzarzarse en piques dialécticos con sus rivales. Clark forjó ese carácter jugando a baloncesto con sus dos hermanos al más puro estilo suburbano: en una canasta en la entrada al garaje de la casa familiar en Des Moines , la principal ciudad de Iowa. De niña jugaba en equipos masculinos y se llevaba el trofeo de MVP . Pudo haber ido a cualquiera de los grandes equipos universitarios, pero eligió quedarse en Iowa. El año pasado puso en el mapa a su estado. Empezó a meter triples desde distancias imposibles y sus vídeos corrían como la pólvora en redes sociales. Lebron James o Kevin Durant hablaban de ella. Clark llevó a su equipo en volandas hasta la final, llenando estadios y disparando la audiencia en televisión. Lo que ocurrió en la final desató todavía más interés en el baloncesto femenino universitario. Iowa se enfrentó a Louisiana State University (LSU) , un equipazo liderado por Angel Reese , una pivot con tanto o más carácter que Clark. LSU inhabilitó a Clark y se llevó el campeonato. Reese le hizo un gesto en la cara a Clark, le mostró dónde iría el anillo que ella no iba a tener. El Iowa vs LSU lo vieron más de diez millones de espectadores , se convirtió en un clásico instantáneo del baloncesto estadounidense y creó una rivalidad en la que se mezclaron el deporte y tensiones raciales (Reese es negra). Código Desktop Caitlin Clark was already a problem in 8th grade! pic.twitter.com/ZTAlSbpJh2— Courtside Films (@CourtsideFilms)

March 30, 2024 Imagen para móvil, amp y app Código móvil Caitlin Clark was already a problem in 8th grade! pic.twitter.com/ZTAlSbpJh2— Courtside Films (@CourtsideFilms)

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March 30, 2024 Iowa y LSU se volvieron a ver el pasado lunes en el partido que abría la puerta a la Final Four. Había pasado casi un año desde el anterior enfrentamiento y Clark solo había acrecentado su figura. El pasado febrero se convirtió en la mayor anotadora de la historia del baloncesto femenino universitario . Lo hizo, cómo no, con un triple 'desde el logo'. Unas semanas después, batió también el récord masculino , en manos de la leyenda Pete Maravich desde 1970 . Dotada con una gran visión de juego, es también la tercera mayor asistidora de siempre. Acabó la temporada con una media de 32 puntos, 7,3 rebotes y 9 asistencias por partido. Pero más que batir récords, Clark quería batir a LSU y a Reese. Enchufó 41 puntos, repartió 12 asistencias y se cobró la venganza. Fue un partido histórico, con toda la afición deportiva pendiente. Con 12,3 millones de espectadores , fue el partido universitario femenino más visto de la historia. Y superó en audiencia a las finales de la NBA o las Series Mundiales del béisbol del año pasado. Los ingresos publicitarios por la Final Four femenina se han duplicado respecto al año pasado para ESPN y ABC , las cadenas con derechos televisivos. La 'Clarkmanía' ha llegado en un buen momento para la estrella de Iowa. Desde 2021, una sentencia del Tribunal Supremo de EE.UU. ha permitido corregir la injusticia histórica que impedía a los jugadores universitarios participar del negocio multimillonario que generan. Ahora pueden quedarse parte del dinero y Clark ha hecho fortuna . Ya es imagen de Nike , Gatorade y de la aseguradora State Farm . Su camiseta con el número 22 es la más vendida de la web Fanatics, que comercializa la ropa de las estrellas universitarias, por encima de los jugadores masculinos o de deportes todavía más populares que el baloncesto, como el fútbol americano. Queda por ver qué impacto deja Clark cuando baje el suflé de su paso por la universidad. El rapero Ice Cube , que impulsa una liga de baloncesto 'tres contra tres', ha tratado de ficharla con un salario de cinco millones de dólares . Pero tanto ella como Reese han anunciado que el año que viene jugarán en la WNBA , la liga femenina profesional. «Este es nuestro momento Magic-Bird », ha dicho a ' USA Today ' Cathy Engelbert , la comisionada de la WNBA. Es una referencia a Magic Johnson y Larry Bird, que forjaron una rivalidad histórica en el baloncesto universitario, el primero con Michigan State, el segundo con Indiana State. Su final de 1979 disparó la audiencia televisiva por el baloncesto y su rivalidad se trasladó después a la NBA , que estaba en un momento bajo y revivió con estas dos estrellas. Antes de que Clark y Reese se fajen en la WNBA, la estrella de Iowa busca irse de la universidad con un anillo. El primer obstáculo es este viernes con University of Connecticut , un peso pesado del baloncesto femenino y con otra gran competidora, Paige Bueckers . Pase lo que pase, habrá una oportunidad de ver a Clark pronto en Europa. Será la única jugadora universitaria seleccionada para el equipo de EE.UU. que participará en los Juegos Olímpicos de París de este verano .