Las peritos de la defensa indican que Alves «sabía lo que hacía» la noche de la violación
Tercera y última sesión del juicio contra Dani Alves por agresión sexual , en la que dos psicólogas de su defensa -peritos de parte- han tratado de justificar que aquella noche, la del 30 al 31 de diciembre de 2022, el futbolista se encontraba bajo los efectos del alcohol . Una afirmación que han hecho en base al ticket del restaurante al que este acudió con tres amigos. Las expertas emitieron su informe en enero de este año, así que la única evidencia en la que se han basado es la factura de la Taberna del Clínic, en la que constan cuatro botellas de vino y una de whisky. (Pero no qué consumió cada uno). También en que las cámaras de la discoteca lo captaron con «seis copas de cava en una hora». Su evaluación concluye así que «tenía una ligera afectación a nivel cognitivo». Por ese motivo, la acusación particular, que ejerce Ester García, ha inquirido: «¿Sabía distinguir entre el bien y el mal?». «Sí», han respondido las expertas. « Sabía lo que estaba haciendo », han abundado. Es decir, pese a que la defensa del brasileño ha tratado de alegar que el consumo de alcohol mermó su capacidad, ahora las psicólogas de parte avalan que Alves supo lo que hacía en todo momento. Queda todavía que sea el propio futbolista quien declare ante el tribunal. Previsiblemente, lo hará al final de esta sesión, cuando alegará que las relaciones fueron consentidas . A este respecto, los médicos han detallado este miércoles que la víctima no tenía lesiones a nivel vaginal, lo que no implica que no pudiese haber sido violada, y es que según los expertos, entre ellos, del Hospital Clínic, donde la atendieron aquella madrugada, solo en el 22 por ciento de los casos se registra alguna erosión. Incluso, en el 5 por ciento de las relaciones que son consentidas. Noticia Relacionada Mujer del futbolista estandar No Joana Sanz apunta que Alves volvió «borracho» y se «desplomó en la cama» la noche de la violación Elena Burés La mujer del futbolista avala la tesis de la defensa para tratar de conseguir un atenuante A pesar de ello, uno de los peritos de la defensa, ha ido más allá y ha indicado que a su criterio «la ausencia total y absoluta de si quiera tumefacción a nivel de vulva, labios menores, ni si quiera escoriación, es lo que a mí me hace pensar que el coito no fue tan traumático ». Otra de las expertas de la defensa también ha cargado contra el estado de la víctima, con argumentos un tanto peregrinos como que «no está medicada» al considerar poco significativo el fármaco que toma -por prescripción medica-, un derivado de las benzodiacepinas -Trankimazin, que se utiliza en adultos para el tratamiento de los síntomas de ansiedad que son graves, incapacitantes o que causan gran angustia al paciente-. Ha tratado además de desvincular el diagnóstico de la joven, de ansiedad, hipervigilancia e insomnio , de la presunta agresión sexual y ha apuntado que es «normal» que esté así por «la presión mediática». «No cuestiono el malestar de la denunciante pero hay referencias continúas al temor a ser identificada, a no ser reconocida, el miedo...Creo que no hay ninguna duda que cualquier persona no familiarizada con los medios...puede generar impacto». Durante su testifical, la misma psicóloga propuesta por la defensa se ha enzarzazo con otra de las especialistas que examinó a la joven, al asegurar que, pese a la autorización judicial, sólo le permitieron realizar una pregunta a la víctima. Afirmación que no ha pasado por alto la acusación particular al cuestionar entonces cómo había elaborado su informe. «Con la información del sumario, en psiquiatría no solo es importante lo que dice la persona, sino también la información que no verbaliza», ha tratado de justificar. Tras el turno de los peritos se han emitido los vídeos de aquella noche. Primero, el de la cámara unipersonal de uno de los agentes que atendió a la denunciante en Sutton y, tras éste, las imágenes de las cámaras de vigilancia del local. Una vez finalicen, se prevé que Alves declare.