Entre la ilusión y la resignación
El Betis se despidió en la última jornada del año con un partido de intensidad y buen juego, aun si se le escapó la victoria porque sigue errando demasiadas ocasiones claras. Los más de 53.000 espectadores vivieron el partido con emoción e ilusión, pero se marcharon con un sabor agridulce. Dado que los escolares están de vacaciones y el lunes no hay clase, los niños poblaron las gradas del estadio. La ya tradicional lluvia de peluches en el descanso aportó su toque solidario e infantil. Reinó un ambiente festivo... Читать дальше...