Un dilema recurrente inunda cualquier programación anual en las escuderías de Fórmula 1. ¿En qué gastar el dinero, un ingeniero primer espada o un piloto de campanillas? Hay pilotos que, sobre todo en los equipos de segunda fila, aterrizan con un filón de millones en la cartera: los patrocinadores pagan a las escuadras por incluir a su deportista. No sucede lo mismo con los ingenieros, la mayoría aeronáuticos, que pueblan el universo de la Fórmula 1. Los muy cotizados perciben salarios en millones de euros. Читать дальше...