De la ilusión, al entusiasmo. Del entusiasmo, al nerviosismo. Del nerviosismo, a la alegría con el gol de Nico Williams. De la alegría, al decaimiento por el empate de Palmer. Del decaimiento, al éxtasis con el tanto definitivo de Oyarzabal, que hizo que la palabra 'gol' resonara a más no poder en las calles. Y del éxtasis, a la celebración en todas y cada una de las ciudades de nuestro país. La afición sevillana, al igual que toda la española, vivió una macedonia de emociones con esta final de la... Читать дальше...