Mario Vázquez: Polarización y la reforma al Poder Judicial
El filósofo estoico Epicteto dijo: “es imposible para una persona aprender algo que piensa que ya sabe”, y las consecuencias de esta actitud pueden ser devastadoras para una democracia.
La forma como se ha polarizado la discusión sobre la reforma al Poder Judicial en diferentes foros es un ejemplo de esta frase.
He preguntado a varios amigos y colegas si han leído algún fragmento de lo que propone la reforma al Poder Judicial o si tienen algún dato sobre lo eficiente o ineficiente que es este organismo para realizar su labor.
Ninguno me ha podido mencionar un solo dato; sin embargo, su postura es contundente, inamovible y polarizada: están absolutamente a favor o en contra de la misma, sin matices.
En las ciencias administrativas, se analizan los distintos sesgos cognitivos (interpretación parcialmente errónea de la información) que tenemos las personas y sus consecuencias en la toma de decisiones dentro de las organizaciones.
Tendemos a creer que todos piensan igual que nosotros (sesgo de falso consenso) o aceptamos la postura de cierto grupo al que queremos pertenecer, aunque no estemos del todo de acuerdo (pensamiento de grupo), o sucumbimos ante el Efecto Dunning-Kruger, donde los individuos solemos opinar acerca de todo sin tener un conocimiento adecuado del tema. Existen cientos de sesgos cognitivos como estos, pero ¿estos sesgos pueden estar afectando mi postura sobre temas trascendentes de la vida pública como la reforma al Poder Judicial?
La respuesta en la mayoría de los casos es positiva. Creemos que la mayoría de los individuos comparten nuestra postura sobre temas políticos (sesgo de falso consenso), por lo que nos apresuramos a juzgar a aquella “minoría” que tiene otro punto de vista con calificativos como “traidores”, “antipatriotas”, “ignorantes” o “corruptos”, creando polarización.
Igualmente, mi deseo de pertenecer al grupo (de amigos, del trabajo, familia, etc.) termina imponiéndose sobre una profunda reflexión de la problemática que se debería analizar (pensamiento de grupo) ¿Qué pasaría si todos mis amigos están en contra de la reforma al Poder Judicial y yo me posiciono a favor? En una sociedad tan polarizada, probablemente yo terminaría siendo excluido del grupo.
Finalmente, asumimos una postura tan inamovible y contundente, que nos empezamos a creer expertos en el tema en cuestión sin haber leído un solo documento (efecto Dunning-Kruger); nos limitamos a repetir frases que escuchamos de individuos que tampoco están calificados para evaluar el problema y que muchas veces solo buscan polemizar para hacerse virales en los foros y redes sociales.
El resultado de esto, tristemente, es que terminamos teniendo una postura todavía más polarizada, que no está debidamente fundamentada en hechos.
Al final, estos sesgos cognitivos generan barreras al debate, reflexión y búsqueda de la verdad, y estos tres elementos son fundamentales para tener una democracia funcional, donde las ideas de todos los grupos sean escuchadas e incorporadas a las propuestas y proyectos de nación.
El riesgo que genera la polarización de la vida pública y la ausencia de debate entre los diferentes grupos podría tener consecuencias más importantes para el país que el resultado de esta o cualquier otra reforma.
Modificando un poco la frase de Epicteto: es imposible para una persona aprender de otras posturas políticas si creemos que ya sabemos todo sobre del tema.
El autor cursó estudios de posgrado en economía y políticas públicas, es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI 1) del CONAHCYT y actualmente es profesor-investigador en la Escuela de Negocios de la Universidad de Monterrey.