¿Qué te pasó, Bimbo?
Sus ventas aumentan más de mil millones de dólares cada año desde la pandemia. Eso quizás no sea lo más sorprendente en Grupo Bimbo.
La panadería originaria de México ya alcanzó en monto de ingresos a la United States Bakery, una empresa nacida en 1906, cuando la familia Franz comenzó a hornear su propio pan en Portland, Oregon.
Con ésta compite Bimbo, que inició operaciones el 2 de diciembre de 1945, fundada por un equipo encabezado por los hijos de inmigrantes catalanes, Lorenzo, y su hermano Roberto Servitje.
Vigilada por el hijo de Don Lorenzo, Daniel Servitje, Bimbo aumentó sus ingresos anuales en más de 7 mil millones de dólares en cinco años. Pasó del equivalente a 15 mil 166 millones en 2019, a 22 mil 577 millones de dólares en 2023, un monto incomparable con los 3 mil 500 millones que vendía la compañía cuando Daniel tomó el cargo de director general en 1997.
La demanda de pan embolsado creció brutalmente durante la pandemia. Para satisfacerla, Bimbo reabrió una panadería cerrada y agregó trabajadores a sus plantas estadounidenses. Un proceso similar siguió en México.
Los precios también se movieron en su favor. Solo en México, el pan de caja elevó su precio casi 50 por ciento desde el final de 2019 a la fecha, mientras que la inflación general creció 26 por ciento en el periodo, de acuerdo con datos del INEGI.
Bimbo subió a los mexicanos a una ola inflacionaria mundial que tuvo un argumento: Primero, las complicaciones para el envío de granos durante los días de confinamiento que provocó el cierre de puertos y la disminución de empleados de transporte.
Luego, la guerra de Rusia en contra de Ucrania golpeó el mayor centro de distribución de granos como el trigo. La menor disponibilidad también empujó los precios. Ya no bajaron.
Coincidentemente, la panadería de los Servitje se hizo más rentable.
Por cada dólar que cobró en 2019, obtuvo 12 centavos de margen de utilidad (EBITDA). El año pasado este indicador llegó a 14 centavos por dólar luego de un pico de 19 centavos en 2022.
Daniel Servitje pasará la estafeta este año y la recibirá Rafael Pamias Romero, un maestro en administración de empresas por la ESADE, de Barcelona, que viene de la dirección general operativa. Es un veterano que acumula 35 años de experiencia en estrategia empresarial y marketing en empresas como Henkel, Clorox y Danone.
Recibe en sus manos una poderosa empresa global. Vaya, salvo por Australia, Bimbo está en todos los continentes.
Pero Pamias ha tenido tiempo para conocer la dimensión de la compañía. Ocupó el cargo de gerente general de Aguas, en México y en España.
“Cubrió la vicepresidencia para la Región de Europa, África y Medio Oriente para Aguas de 2007 a 2009, la vicepresidencia para la región de LATAM para Aguas de 2009 a 2011 y productos lácteos de 2011 a 2017″, detalla la empresa en su sitio web.
Pamias, empero, carece del apellido Servitje que sí tienen un par de directivos que están en la compañía. En las empresas mexicanas la sangre pesa tanto como el talento.
Fernando Lerdo de Tejada Servitje y Raúl Obregón Servitje deberán esperar su turno para mayores encomiendas.
Este último es un ingeniero industrial por la Ibero que ostenta el cargo de director general adjunto de Grupo Bimbo; su primo Fernando se graduó en la misma universidad y oficialmente ostenta un puesto con el mismo nombre. Habrá que seguirlos en el futuro.
Ambos representarán a los Servitje en la operación de una compañía que ya vale más de 20 mil millones de dólares; un valor muy similar al de Grupo Carso, de los Slim.
¿Qué tanto más puede crecer? Más relevante: ¿Qué tan rentable puede llegar a ser? Si bien cada vez entrega más centavos por cada dólar, Bimbo hace pan, es un negocio viejo en el que la competencia global abunda y los márgenes están limitados.
Idealmente debería venir una era de innovación disruptiva que los lleve a industrias de márgenes superiores al 30 por ciento. Ahí tienen Bimbo Ventures para buscar otros caminos. De eso leerán aquí, luego.