Marian Rojas Estapé, psiquiatra, sobre cómo superar una relación que se ha acabado: «No le persigas»
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Los seres humanos somos sociales porque necesitamos de otras personas para vivir, desarrollarnos y sentirnos bien . Desde que nacemos dependemos de los demás para sobrevivir, y con el tiempo, convivir con otros nos enseña a hablar, pensar y comprender el mundo. Nuestra mente está hecha para conectar con los demás y compartir emociones, ideas y darnos apoyo. Así, además de vivir una sociedad en la que las personas tiene interacciones puntuales, también lo hacemos relacionándonos de manera más estrecha con determinadas personas de nuestro entorno. Nuestros padres, hermanos, primos u otros miembros de la familia, amigos y pareja, son con quienes solemos tener relaciones muy cercanas y constantes o más habituales . Estas no siempre son perfectas y, dentro de las situaciones que se pueden dar entre los distintos tipos de relaciones sentimentales o familiares, puede ocurrir que nos afecten a nivel de salud mental. En este sentido, la psiquiatra Marian Rojas Estapé , a través de su podcast y en un nuevo capítulo titulado 'Cómo aprender a soltar y a aceptar lo que nos hace sufrir', ha vinculado estos problemas en las relaciones con la tendencia de algunas personas a no poder dejar atrás ciertas personas o situaciones que perjudican la salud mental de uno mismo. Aunque la profesional aclara que no se trata de rendirnos a la primera dificultad que encontremos, sí debemos identificar qué situaciones, comportamientos o tipo de interacciones tenemos que aprender a soltar para encontrarnos bien mentalmente. Así introduce esta cuestión: «Vivir en alerta contante nos inflama, ya lo sabes, cuidado, tienes que decidir qué es aquello que quieres mantener en tu cabeza. Como control constante, qué es aquello que quizá es necesario que tengas que controlar y qué es aquello pegajoso que vuelve y vuelve una y otra vez y que el hecho de no estar soltándolo y aceptándolo de forma sana te puede estar enfermando ». Para facilitar la comprensión, Estapé pone diferentes ejemplos, como una paciente que lleva toda la vida tratando con una madre negativa, que se victimiza y con la que nada es suficiente. Así, la hija se siente mal y somatiza esto en síntomas físicos como taquicardias, falta de sueño y presión constante en el pecho , algo que, para Estapé no es casualidad, es que el cuerpo habla cuando sostenemos más de lo que deberíamos. La psiquiatra explica que esto también puede darse en casos como que nos duela que un amigo ya no nos llame y haya dejado de hablarnos o de preocuparse por nosotros, así como cuando terminamos una relación amorosa y una expareja empieza a rehacer su vida. «Pues déjalo, quizá tú te tienes que enfocar en sanar lo que sucedió con esa persona y buscar tu propio camino» [...] No le persigas, intenta tener una conversación sana y si no lo consigues, a veces también es su respuesta, que no quiere por alguna razón y no le puedes hacer cambiar» , analiza Marian Rojas Estapé. Para encontrarnos mejor y poder dejar atrás estos aspectos, la psiquiatra apunta a que hay que desactivar el estado de alerta, «porque si no te enfermas. Permítele al cuerpo descansar, que descanse de aquello que no le pertenece, porque sino estás metiendo en tu cuerpo algo que tú no puedes controlar, que no es tuyo, que son las reacciones de las demás ». Estapé añade que soltar y aceptar algo no es perder, ni es resignarse, si no elegir no cargar con aquello que no depende de uno mismo . Con estos consejos recalca que esto no quiere decir que dejemos de luchar por lo que queremos, «es que luches por aquello que realmente se puede cambiar», concluye.
