Emma Watson se pronuncia sobre las discrepancias con J.K. Rowling por sus opiniones acerca de las personas trans

La distancia pública entre Emma Watson y J.K. Rowling, marcada desde 2020 por los comentarios de la autora de Harry Potter sobre las personas trans, ha sido uno de los conflictos más visibles en el mundo del entretenimiento. Esta semana, la intérprete británica abordó por primera vez de forma abierta el tema, dejando clara su postura sin renunciar al vínculo personal que la une con la escritora. En una entrevista con el comunicador Jay Shetty, Watson reconoció lo difícil que ha sido enfrentar declaraciones con las que no está de acuerdo, especialmente viniendo de una persona clave en su trayectoria profesional y personal. Sin embargo, subrayó que discrepar no implica borrar el pasado: «Creo que puedo valorar lo que vivimos juntas sin estar de acuerdo con sus opiniones», explicó. La actriz insistió en que no se trata de elegir entre un todo o nada, sino de aceptar la coexistencia de experiencias positivas y desacuerdos profundos. «Nunca creeré que una cosa niega la otra», señaló, defendiendo la posibilidad de conservar la estima por Rowling sin respaldar sus posturas públicas. En la entrevista, Watson habla sobre la necesidad de superar la lógica del «conmigo o contra mí» y apostó por mantener el cariño incluso en medio de diferencias ideológicas. «Espero que la gente que no comparte mis opiniones pueda seguir queriéndome, y deseo lo mismo hacia quienes piensan distinto», afirmó. Uno de los aspectos más destacados de su intervención fue la importancia que otorgó a la forma en que se expresan las ideas. Para la actriz, el modo en que se comunican las discrepancias influye tanto o más que el contenido de los mensajes. En este sentido, criticó la tendencia actual a considerar a las personas «desechables» y defendió que todos deben ser tratados con dignidad y respeto. Preguntada directamente sobre si estaría dispuesta a dialogar con Rowling, la actriz fue clara: «Sí, y siempre lo estaré. Creo firmemente en eso». Explicó que su silencio durante los últimos años no obedecía a desinterés, sino al deseo de no alimentar una discusión que percibe como tóxica y dolorosa.