La técnica española para tener aire acondicionado casero que arrasa en Francia: aporta frescor al instante
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Si hubo Oppenheimer, Nolan, bien sabes que ahora te toca rendir cuentas a todo descubrimiento trascendetal del ser humano al menos a partir del siglo XX. Tú solito te lo has buscado. Pero no, no te preocupes, tampoco tienes que perderte pensando hasta dar con un tema digno de. Linternaute , un portal de información web francés , te lo tiene puesto a tiro: la técnica española de la botella de agua, sin duda «mejor que el aire acondicionado». El guion, el actorado, de todo eso ya te encargas tú. Pero algo tienes que hacer. Se ve que el director de Linternaute ha pasado no menos de un verano por Andalucía. El artículo reza lo siguiente: «Aunque los españoles son grandes consumidores de aire acondicionado, también conocen este pequeño truco, por lo demás particularmente popular en el sur de España, donde la temperatura puede alcanzar sin problemas los 40 grados. Esta técnica de supervivencia solo requiere un congelador , algunas botellas de plástico ... y un poco de organización». «El procedimiento es muy sencillo: llena botellas de plástico hasta tres cuartos (nunca hasta el tope para evitar que estallen al congelarse) y colócalas en el congelador. Una vez que el agua está congelada, sitúalas en altura —como en una estantería— y coloca un recipiente debajo para recolectar la condensación». «El secreto —continúa el texto, Nolan, estate atento— está en la convección natural: el aire caliente de la habitación se enfría al entrar en contacto con la botella helada . Al enfriarse, el aire se vuelve más denso y desciende, mientras el aire caliente asciende. A su vez, se enfría y vuelve a descender, iniciando un ciclo lento pero constante que disminuye la temperatura ambiente». No todo acaba aquí. Para potenciar esta idea de climatizador casero, existe un truco aún más eficaz: combinarlo con un ventilador: «Coloca la botella congelada justo delante de las aspas: en lugar de mover aire caliente, el ventilador difundirá aire fresco por toda la estancia». No hay fallas en su lógica. Bien, Nolan, ya lo tienes todo. Debes grabar una película. Documéntate. ¿Quién descubrió esta genialidad? ¿Cómo se dio ese descubrimiento? ¿Cuánto tiempo ocupó? De nuevo, todo esto ya es cosa tuya. Tú eres el experto. Nos vemos.