La base de Estados Unidos que estuvo ubicada en Cataluña y mucha gente no conoce: estuvo operativa hasta 1995
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La geopolítica no deja de sorprendernos y el hecho de que cada día lleguen capítulos nuevos hace que muchos acaben olvidados con el paso del tiempo. Por ese motivo seguramente a muchos les sorprenderá saber que Cataluña llegó a tener en su territorio una importante base militar norteamericana , y no hace tanto tiempo. Y es que Estados Unidos ha jugado en el último siglo un papel crucial en las tensiones internacionales. Por su peso militar y también gracias a sus acuerdos con la OTAN , el país ha tenido siempre áreas en el extranjero en los que poder preparar o apoyar logísticamente a sus tropas militares para interceder en conflictos que vayan más allá de su país. En España es sabido que, por un acuerdo entre ambos gobiernos d e 1953, cuentan en la actualidad con la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla) y la naval de Rota (Cádiz) . En esa época había más espacios cedidos para la causa y uno de ellos estaba ubicado en la costa catalana y funcionó hasta 1995. Se trata de la gigantesca base militar conocida como Loran y oficialmente denominada Coast Guard Loran-C Station Estartit por ser un sistema de posicionamiento y navegación llamado LOng RAnge Navigation basado en las ondas de baja frecuencia. Se ubicó cerca de la meseta de la Pedrosa, a las afueras del L'Estartit, en pleno parque natural del Montgrí y con las islas medas de fondo. El Loran servía para triangular conexiones con las bases de Lampedusa (Italia) y Kargaburum (Turquía) y tenía casi 352.000 metros cuadrados con tres edificaciones destinadas a la radionavegación por el mar y cuando las instalaciones se desconectaron y dejaron de utilizarse, el 1 de enero de 1995, dejaron de utilizarse quedaron abandonadas. Se trataba, en concreto, de una estación Zulú de emisión secundaria dentro del programa LORAN de radionavegación por el Mediterráneo. Estaba ubicada en el punto más alto de la zona, que el Gobierno expropió entonces y no sin intentos municipales y vecinales para evitarlo , porque tenía vistas excepcionales del Mediterráneo. En los primeros años estuvieron trabajando allí militares norteamericanos hasta que formaron a equipos del Ejército español, que se encargaron de la base. La base contaba con dos vistosas bolas gigantescas que podían detectar cualquier objeto que estuviera a vista de radar y también estaba plagada de antenas (la más alta de ellas de 190 metros de altura), que fueron destruyéndose con el paso de los años. Igualmente, el ministerio de Defensa hizo trabajos para retirar la chatarra y restos contaminantes que quedaban allí. Sin embargo, muchas miradas han seguido puestas en esta antigua base militar y es que el ministerio de Defensa, titular del espacio intentó en varias ocasiones de subastar las instalaciones. Lo último que se supo de ellas es que un particular llegó a comprar los inmuebles y sus terrenos anexos por una cantidad próxima a los 400.000 euros y que el Ayuntamiento de Torroella iba a recuperar la titularidad para conservar la zona.