Enfermeras de Córdoba en otras autonomías: «Llevo dos años en Gerona, me fui para tener estabilidad»
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Un total de 115 enfermeras de Córdoba tuvieron que emigrar fuera en el año 2024. Fueron una decena más que un año antes, cuando 105 profesionales de la enfermería tuvieron que salir de la provincia en 2023. ABC Córdoba recoge este domingo el testimonio de dos de ellas, que narran los motivos por los que se han marchado. A sus 27 años, la cordobesa Mari Ángeles Hidalgo decidió dejar atrás dos años de trabajo en la sanidad privada para centrarse en su sueño de hacerlo en la pública. Tuvo que hacer las maletas. Lleva dos años con trabajo consecutivo en el Hospital Josep Trueta de Gerona. Esta enfermera explica que se marchó «primero, porque quería estabilidad en el contrato, y segundo, en Córdoba no me ofrecían nada en la pública y quería labrarme un futuro en la pública». Hidalgo añade que el trabajo en la sanidad concertada «no da puntos en Andalucía», por lo que «te puedes quedar solo en el privado». Para ella, «si quieres un futuro en un centro privado no hay problema, pero si quieres andar a la pública, que no son las mismas condiciones que en un privado, tienes que salir», aunque sea «con la intención de volver». Esta sanitaria cordobesa que trabaja en Cataluña apunta a la dificultad de encontrar un trabajo de media duración en Andalucía: «Si tú empiezas en verano, entras en las vacaciones, pero cuando no hay vacaciones que cubrir, en otras fechas, no hay nada». En Gerona no tiene esta situación . «Me vine con un contrato inicial de tres meses, pero con la certeza de que me iban a ir renovando; de hecho, llevo desde febrero de 2023, dos años ya». La carga de trabajo es otro motivo fundamental que le impulsó a marcharse. «Aquí una enfermera, en las unidades de baja complejidad, tienen diez pacientes como máximo; yo estoy en una unidad de urología con pacientes complejos y no tengo más de seis; en Córdoba, en la privada, igual tenía una noche toda la planta entera con 16 ó 18 pacientes; era imposible». Mari Ángeles insiste en que las mejores condiciones de trabajo compensan el cambio de residencia, ya que reflexiona que «aquí, la conciliación es otro mundo. Sabes dentro de un mes dónde vas a estar trabajando y sabes con quién vas a estar trabajando mientras que la incertidumbre que vives en Andalucía es desesperante». Por eso, subraya que «quien no sea sanitario no sabe 100 por cien la incertidumbre que es decir que 'estoy pagando un coche, estoy pagando una casa o estoy pagando lo que sea, no sé si el mes que viene voy a trabajar y no sé si el mes que viene se me va a acabar la baja que me han ofrecido'». Hidalgo lamenta que «la bolsa de empleo de Andalucía en Enfermería es prehistórica», puesto que «la han actualizado este año después de cuatro años sin actualizar». A su juicio, esta situación «es una barbaridad», puesto que «tardar cuatro años sin actualizar es que ni siquiera puedes optar a trabajar». Esta enfermera cordobesa revela que «en el futuro quiero volver, pero llevo ya cuatro años trabajando y no sé cuando podré hacerlo. Desgraciadamente, creo que mi próximo destino será otro, pero no Andalucía», ya que «para volver necesito muchos puntos; tengo 27 años y no quiero bajar a Andalucía a casa de mis padres; quiero volver pero con estabilidad para tener un alquiler o comprarme una casa». María González es un claro ejemplo de la dificultad que tienen los recién titulados de Enfermería en Córdoba para encontrar un destino en la sanidad pública andaluza. Tiene 23 años, y después de dos años titulada, decidió marcharse a finales de 2024 a Madrid. Ahora mismo trabaja en el Hospital Isabel Zendal. «En Andalucía, fuera de periodo vacacional, cuando has salido recientemente de la carrera, no hay trabajo en la sanidad pública. Es verdad que en la sanidad privada sí hay algunas opciones, pero las condiciones son peores, el sueldo es peor y por eso decidí venirme», apunta en declaraciones a ABC. González trabaja actualmente «en una unidad de rehabilitación funcional», en la que «tengo un contrato que me han dado con fecha de fin en octubre . O sea, tengo para diez meses. Y allí esto sería imposible. Algunos contratos son de 15 días, de un mes. Al final, lo que vas buscando es estabilidad». Esta enfermera de Córdoba añade que en la capital de España «no tengo que estar preocupada de a ver si me van a llamar o si no. Tengo un contrato hasta octubre y sabes que vas a cobrar durante 10 meses y que tienes vacaciones; eso es fundamental». Además de un contrato de mayor duración, María explica que también se ha encontrado mejores condiciones laborales que las que comentan sus compañeras de Andalucía . «Cuando me fui, los motivos eran esos que le he comentado, pero es verdad que aquí he encontrado un ratio de pacientes muy buena». El problema de los puntos para acceder a un trabajo en Córdoba o el resto de Andalucía en la pública vuelve aparecer en su caso. «Al haber finalizado la carrera hace dos años, apenas tengo puntos y ahí no tenía opciones» de trabajar. González recuerda que «la bolsa del SAS no se actualizaba desde 2021, así que, como yo me había titulado después, ni siquiera podía entrar en la bolsa; sólo aspiraba a que me pudieran llamar en épocas en las que se acababa la bolsa».