Un himno para una cofradía de Córdoba: 'Lágrimas y Desamparo' cumple 75 años
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Una imagen en la calle, un paso de palio inconfundible y una marcha. El Miércoles Santo de 1950, hace ahora tres cuartos de siglo, la Misericordia realizó una de sus estaciones de penitencia más recordadas. Por primera vez salía a la calle Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo , una imagen de veneración antigua que estaba en la Magdalena . En aquel año ya incorporó la impronta inconfundible del malva y oro y la bambalina frontal bordada, pero también algo que la ha acompañado de forma constante en estos 75 años: una marcha que ya es un himno. Se titula 'Lágrimas y Desamparo' y es obra del fundador de la cofradía, Francisco Melguizo . Era aquella una época de gran fecundidad para la música procesional de Córdoba. Poco antes Pedro Gámez Laserna había escrito 'Saeta cordobesa' , Dámaso Torres 'Misericordia... Señor' y poco después irrumpió Enrique Báez con 'Virgen de las Angustias' y 'Jesús Caído'. Francisco Melguizo se definió siempre como «un poco músico», porque no tenía conocimientos avanzados. Interpretaba sus composiciones al piano y después otros músicos hacían la instrumentación. En el caso de 'Lágrimas y Desamparo' fue Enrique Báez . No abundaban las bandas en la Semana Santa de Córdoba aquellos años. La Banda Municipal de Música acompañaba cada día a una hermandad en carrera oficial, y en aquel 1950 le correspondía a la Paz . La Misericordia pidió el cambio, para estrenar su marcha en aquel año especial y la de Capuchinos, accedió. A cambio, Francisco Melguizo ofrendó otra obra para la hermandad: 'Paloma de Capuchinos', en 1952. A partir de aquel año, 'Lágrimas y Desamparo' es una parte de la esencia de la Virgen de las Lágrimas en la calle. En épocas en que no todas las hermandades interpretaban sus obras dedicadas, nunca faltó el Miércoles Santo , tanto a la salida y entrada como en lugares especiales. En algunas ocasiones, cuando acompañó la banda de la Cruz Roja, se dio el hecho de que sólo se interpretaba detrás de la Virgen su marcha. 'Lágrimas y Desamparo' es una marcha fúnebre que se inicia de forma dolorosa, con cuatro acordes que crean un ambiente recogido y que marcan todo el desarrollo de la primera parte, siempre en torno a los cuatro acordes de los metales bajos. El desarrollo desemboca luego en una parte más dulce que termina con un tema muy característico de los metales, emparentado con la Marcha Real. El trío tiene un carácter muy íntimo y de nuevo fúnebre, aunque sin renunciar a la dulzura, y termina cuando llega de nuevo el tema de los metales. Se grabó en dos ocasiones: por la Banda Municipal en los años 80 y por Soria 9 en los noventa, y nunca dejó de acompañar a su imagen. Con la revalorización del patrimonio musical de Córdoba también la incorporaron otras cofradías, como las Angustias o el Calvario .