El Instituto Auschwitz quiere establecer su sede nacional en Toledo
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La ciudad de Toledo alberga estos días una exposición fotográfica que conecta emocionalmente con el significado de uno de los campos de concentración y exterminio más aterradores del régimen nazi. 'Campo de la muerte nazi alemán KL Auschwitz' es el título de la muestra oficial diseñada por el Departamento Educativo del Museo Estatal Auschwitz-Birkenau, con la que la Diputación Provincial de Toledo conmemora el 80 aniversario de la liberación del campo. El Centro Cultural San Clemente acoge hasta el 21 de febrero 29 paneles con fotografías, textos e ilustraciones realizadas por prisioneros, cuyo objetivo es dar a conocer el horror vivido en Auschwitz. La exposición permite hacer «una demostración de respeto y dignidad por las víctimas del nazismo », según el diputado provincial de Cultura y Educación, Tomás Arribas . Eduardo de Ocampo , director del Departamento de Educación del Instituto Auschwitz y comisario de la muestra, explica que «la exposición no solo pretende mostrar la historia de Auschwitz, sino generar una reflexión profunda sobre los valores humanos y la fragilidad de la dignidad en contextos de violencia y opresión».Además de la exposición, se están manteniendo conversaciones con distintas instituciones para establecer en Toledo la sede nacional del Instituto Nacional Auschwitz Birkenau España , presidido por Álvaro Enrique de Villamor y Soraluce , quien, en declaraciones a ABC, destaca el papel crucial de esta iniciativa en la memoria histórica, los derechos humanos, la educación en cultura democrática y formación en pensamiento crítico. Este proyecto busca crear un centro de interpretación de los totalitarismos del siglo XX , con exposiciones, congresos y actividades educativas que inviten a la reflexión sobre los valores democráticos y los derechos fundamentales. Se trata de la ciudad ideal -además de los muchos atractivos que ya ofrece Toledo- para crear un centro de interpretación de los totalitarismos del siglo XX . «El Instituto Nacional Auschwitz y su Cátedra de Derechos Humanos y Cultura Democrática, nos facultan para hablar y reflexionar sobre todo lo relacionado con los Derechos Humanos, dentro y fuera de los muros de Auschwitz; en los cinco continentes y desde el siglo XVI hasta nuestros días», señala. La idea es hacer un recorrido «objetivo» por los totalitarismos y contar con secciones en torno a las cuales se organicen exposiciones temporales, congresos, publicaciones y conferencias, asegura de Ocampo. Quizá la parte más interesante de la labor que desarrolla el Instituto Auschwitz en España es la que está centrada en los jóvenes. Muchos de ellos son desconocedores de lo que ocurrió realmente en Europa bajo los designios de personajes como Adolfo Hitler y cómo fueron maltratadas, expoliadas, torturadas y asesinadas millones de personas bajo su régimen de ferviente antisemitismo, racismo científico y horribles prácticas de eugenesia. Ocampo dice que «es fundamental que las nuevas generaciones comprendan el impacto del régimen nazi, no desde una perspectiva lejana, sino a través del contacto directo con los Lugares de Memoria . Auschwitz no es solo un símbolo del Holocausto, sino un espacio donde se pueden estudiar las dinámicas del odio, la deshumanización, las evidencias del crimen y la resistencia». Desde una perspectiva académica, Álvaro Enrique de Villamor y Soraluce, representante del Memorial en España y la Península Ibérica, presidente del Instituto Auschwitz Birkenau, codirector de la Cátedra de Derechos Humanos y Cultura Democrática INABE-UBU y director de los cursos universitarios en formato de experiencias vivenciales en Lugares de Memoria, señala: «Quisiera destacar dos pilares fundamentales que dan vida y profundidad a esta iniciativa. Por un lado, la recuperación del sentido formativo y educativo de los viajes de estudios, que nos desafían a reflexionar, a cuestionar y a aprender con humildad. Por otro lado, la restitución de la dignidad de los lugares de memori a, que son mucho más que escenarios históricos. Son espacios de respeto, de dolor compartido y de aprendizaje profundo que debemos proteger y valorar, diferenciándolos de los destinos turísticos». Gracias a esta iniciativa, más de 7.500 jóvenes españoles han visitado Auschwitz y otros Lugares de Memoria , viviendo una experiencia transformadora. Han aprendido, se han conmovido y han reflexionado. Es la lección que da la Historia, con la que se aprende a conocer lo que pasó, pero que va más allá, que forma en valores y en conciencia crítica . «Ese es el verdadero espíritu de Auschwitz». Según de Villamor, « antes de llegar a Auschwitz, los jóvenes deben estar preparados emocional e intelectualmente . Un Lugar de Memoria mal comprendido puede convertirse en una simple visita impactante, pero sin profundidad. Es nuestro deber asegurarnos de que esta experiencia sirva para desarrollar conciencia crítica y reflexión », atestigua, garantizar que estos lugares sean tratados con el respeto y la preparación adecuados es un compromiso de la comunidad educativa e histórica. La Cátedra de Derechos Humanos y Cultura Democrática representa esta preparación necesaria, generando espacios de reflexión y aprendizaje que son esenciales para la memoria y la justicia. En el mes de diciembre de 2024 se montó una exposición en el Instituto de Educación Secundaria 'María Pacheco' de Toledo bajo el título de 'Varsovia en llamas, 80 aniversario', sobre el alzamiento en armas de la población de la capital polaca contra la ocupación de la Alemania nazi. Ocurrió entre el 1 de agosto y el 2 de octubre de 1944. Planeado para durar de 3 a 5 días. el levantamiento se dilató a 63 días. La respuesta de alumnos y profesores ha sido impactante . «Los alumnos, de 13 y 14 años, están muy motivados. Crean dibujos y pinturas impresionantes. Los profesores se han comprometido mucho. Estamos pensando que cuando se desmonte la exposición en San Clemente hemos de buscar alguna manera y espacio para que se organice una muestra con los dibujos de los chicos, porque son trabajos espectaculares», señala Ocampo. Auschwitz es más que un capítulo oscuro del pasado , es una herramienta para la educación en valores universales. Según Villamor y Soraluce, «Auschwitz en sí mismo es un crisol de valores y antivalores: allí se vivieron y sufrieron todos los aspectos de la condición humana, desde la deshumanización más cruel hasta actos de una humanidad extrema, como el de San Maximiliano Kolbe, quien ofreció su vida para salvar a otro prisionero». En este sentido, Eduardo de Ocampo rescata una reflexión de Eusebio Leal que sintetiza la importancia de estos viajes educativos: «Tocar piedras y desempolvar archivos». La historia nos da claves porque las respuestas humanas a los diferentes estímulos han sido esencialmente las mismas a lo largo de los siglos. Todos los procedimientos y respuestas tienen algo en común». Desde la perspectiva de Polonia, esta iniciativa es un acto de justicia histórica. Villamor y Soraluce subraya: «Los campos de concentración y exterminio, construidos por la Alemania Nazi del Tercer Reich en territorios polacos ocupados, representan el horror llevado a su máximo extremo. Reconocer esta verdad histórica es esencial para honrar la memoria de las víctimas y para combatir la desinformación que aún persiste ». Como dijo Primo Levi , sobreviviente del Holocausto: «Ocurrió, por lo tanto, puede volver a ocurrir». Más allá de la memoria histórica, Auschwitz se convierte en una advertencia viva y un espacio de aprendizaje crítico, donde los valores humanos y la dignidad deben prevalecer sobre el olvido y la indiferencia. Villamor concluye que la clave está en conectar la memoria con la actualidad. «No basta con recordar, hay que aprender de lo sucedido y aplicarlo a los desafíos de nuestro tiempo. Auschwitz nos obliga a cuestionar nuestras sociedades y nuestras propias responsabilidades como ciudadanos, es aprender del pasado, recordando, para construir un futuro más humano ». --