Akor, pimienta para García

Solía decir Carlos Salvador Bilardo , al que la memoria ha regateado para siempre, a él, a quien no desbordaba nadie en el Estudiantes de la Plata, que en las imágenes de los partidos el verdadero protagonista era el «compaginador», el hombre encargado de decidir cuáles se mostraban. Un visionario el argentino, como se ha demostrado años después con el VAR, donde el responsable del mismo suele elegir las que le dan la razón y evita aquellas que la pueda deslegitimar. Y también los representantes futbolísticos a la hora de confeccionar el «book» de sus patrocinados, en el que muestran sus minutos de gloria y nos hurtan sus horas de fracasos. El de Akor Adams , el último fichaje de Víctor Orta , ha hecho un buen trabajo. De las imágenes que nos sirve, y que no deben ser muchas más de las que ha visto del nigeriano el director deportivo, se deduce una notable capacidad para el juego de espaldas gracias a su envergadura y buen control de balón, generosidad a la hora de combinar con el compañero, sin asco a caer a las bandas, potencia de sobra para sumarse al ataque desde atrás y remate aceptable. Una perla. Natural, cultivada o falsa ya lo apreciaremos. Desconozco cuáles son los planes de García Pimienta para él. Yo organizaba un partido en Alcalá, como el que permitió a Joaquín Caparrós descubrir que aquel mediocre mediocentro que le trajo Monchi podía ser un segundo delantero que marcara época: Baptista. Como después lo fue Kanouté. Perfil que descatalogó el club blanquirrojo no se sabe bien porqué, cuando tan excepcional rendimiento ofreció. De no funcionar, siempre cabe la posibilidad de volver a adelantar a Saúl para jugar con diez y negarle al equipo una salida limpia de balón formando pareja con Lokonga, enclaustrando al ariete en el vértice del ataque. Lo actual no funciona, más allá del pelotazo a Lukébakio y que el belga haga magia. Ya se sabe lo que los jugadores pueden ofrecer, resta por conocer lo que el entrenador es capaz de conseguir dotándolos de soluciones tácticas que palien sus carencias físicas y técnicas. Ahí te quiero ver.