Los fabricantes piden a la UE que actúe para evitar daños irreparables a la automoción
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Una industria automovilística europea próspera es esencial para impulsar el crecimiento económico y la competitividad. La industria se enfrenta a desafíos sin precedentes derivados de la competencia global, las tensiones geopolíticas y una transformación más compleja de lo previsto hacia una movilidad eléctrica y de hidrógeno sin emisiones. De este modo encabeza la carta dirigida a los líderes de la UE el recién nombrado presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), Ola Källenius, que describe las prioridades del sector automotriz para garantizar la competitividad futura e impulsar la descarbonización. En ella pide a la UE que actúe ahora para evitar daños irreparables a la competitividad a medida que el crecimiento de los vehículos eléctricos se desacelera y aumentan las tensiones comerciales. Ola Källenius, describe tres prioridades críticas: una vía realista para descarbonizar la industria automotriz, que esté impulsada por el mercado y no por sanciones; encontrar una solución a los costos desproporcionados que implica cumplir con el objetivo de CO2 para 2025 para automóviles y furgonetas; aplicar las recomendaciones del informe Draghi: crear un marco regulatorio que mejore la competitividad de las industrias europeas; y promover nuevos enfoques para crear relaciones comerciales mundiales y mutuamente beneficiosas para que la UE siga beneficiándose del comercio libre y justo. Para Källenius, que además de presidente de ACEA es el CEO de Mercedes-Benz «el Pacto Verde Europeo debe ser revisado y reorientado para que sea menos rígido y más flexible y convierta la descarbonización de la industria automotriz en un modelo de negocio verde y rentable. Permítanme ser claro: la industria automotriz de la UE sigue comprometida con el objetivo de neutralidad climática de la UE para 2050, así como con la transición hacia un transporte y una movilidad de cero emisiones». La acción más urgente que la industria necesita ahora es que la UE encuentre una solución para aliviar la carga de cumplimiento para los automóviles y furgonetas en el objetivo de CO2 de 2025. Por otro lado, el nuevo presidente de la patronal de fabricantes europeos pide promover nuevos enfoques para crear relaciones comerciales mundiales «mutuamente beneficiosas». Källenius afirma que las brechas políticas y comerciales entre la UE, EE.UU. y China «corren el riesgo de profundizarse aún más», por lo que indica que la UE debe considerar cómo navegar entre la cooperación y la competencia. En este sentido, en la misiva el presidente de la patronal europea afirma que hasta cierto punto es comprensible que la UE deba proteger su mercado interno y su economía «frente a actores que no respeten las normas de la OMC», pero avisa de que las posibles guerras comerciales «no dejan vencedores» y que las medidas proteccionistas «no son necesariamente la mejor solución». Por tanto, respecto a China, indica que la igualdad de condiciones no debería utilizarse para cortar mercados y poner en peligro cadenas de suministro bien establecidas y que funcionan bien desde hace mucho tiempo. «En lugar de levantar muros, el mercado interior europeo debería fortalecerse y hacerse más resistente. Ambas regiones, la UE y China, quieren proteger los puestos de trabajo en sus mercados nacionales, al tiempo que aprovechan los beneficios del libre comercio internacional», añade. Además, reconoce que la UE y China buscan encontrar una solución mutuamente aceptable en el caso antisubvenciones. «Estas negociaciones deben llegar a una conclusión positiva lo antes posible», afirma. En lo que respecta a las relaciones comerciales entre la UE y EE.UU., señala que existe una fuerte interdependencia entre ambas regiones, por lo que pide «un gran acuerdo» con Estados Unidos para intentar evitar un posible conflicto comercial. «Esperamos trabajar con la administración entrante en políticas que ayuden a hacer crecer y desarrollar las industrias manufactureras y automotrices estadounidenses, así como las relaciones comerciales entre la UE y los EE.UU», añade. Por último, el otro punto que toca el directivo de Mercedes-Benz es el de aplicar las recomendaciones del informe de Mario Draghi para crear un marco regulatorio que mejore la competitividad de las industrias europeas. En este sentido, subraya que el informe que fue iniciado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, establece una hoja de ruta «clara y completa» para mejorar la competitividad general de toda la UE. Así que, ha instado a los líderes europeos a que adopten una serie de acciones coordinadas, como hacer lo necesario para completar el mercado único europeo, incluida la unión de los mercados de capitales. También señala que es importante simplificar el calendario regulatorio agrupando las regulaciones automotrices en lotes, asegurando que los nuevos requisitos regulatorios se apliquen solo a las nuevas homologaciones y no a las existentes, y estableciendo un grupo de trabajo para evaluar la coherencia regulatoria. Algo que creará un entorno regulatorio más ágil y predecible. Además, Acea cree que se deben fomentar políticas industriales que permitan a los fabricantes europeos «ser altamente competitivos en los mercados mundiales de la automoción». Esto incluye estimular la I+D y la innovación, así como traducirlas en comercialización, al tiempo que se atrae talento de todo el mundo para impulsar el crecimiento. También señala que es importante proporcionar energía disponible, accesible y asequible, y abordar los altos costes laborales y su inflexibilidad, así como el problema de la regulación excesiva. «Al abordar estos factores de costes y dar a nuestra industria más espacio para el emprendimiento, podemos mejorar la asequibilidad general y la competitividad de la producción de vehículos en Europa», indica Källenius.