Ruta con Lexus LM: navegar por la carretera hacia La Coruña

Si un coche ha nacido para navegar sobre el asfalto ese es el Lexus LM, un monovolumen de lujo en el que todo está diseñado para convertir en un paseo un viaje de más de cinco horas como el que hemos realizado entre Madrid y La Coruña. Recorremos de punta a punta la A-6, en total 595 kilómetros por autopistas y autovías, donde el vehículo muestra todo su potencial al fusionar el placer al volante, la comodidad y el confort de marcha. Por fuera el LM impresiona por su frontal poderoso con una parrilla muy particular que no deja indiferente a nadie. De hecho, la apariencia es casi la de una nave espacial, una sensación que se multiplica hasta el infinito al introducirse al interior y sentarse a los mandos. Partimos desde la capital de España de madrugada, en pleno invierno. Por delante los casi seiscientos kilómetros que nos iban a llevar por la sierra madrileña, la estepa castellana, las montañas de El Bierzo y los sinuosos trazados de Galicia. Todo el recorrido es sobre carreteras de más de un carril. El único peligro –que se cumplió– es la aparición de la niebla, además del cansancio que puede suponer un trayecto tan largo. Al volante del Lexus LM esos dos 'handicaps' se disipan. El nuevo LM combina las cualidades de una limusina con la amplitud de una 'minivan'. Para mitigar el efecto de los casi dos metros de altura, Lexus ha introducido mejoras en la plataforma GA-K, que aporta un centro de gravedad más bajo y una mayor rigidez. Esto contribuye a la estabilidad de manejo, el confort de marcha y los niveles generales de ruido y vibraciones. Está equipado con el motor eléctrico híbrido autorrecargable de 2.5 litros que también montan los nuevos modelos NX 350h y RX 350h y que ofrece un funcionamiento silencioso y eficiente. La potencia máxima del sistema eléctrico híbrido total es de 250 CV / 184 kW. Incorpora tracción a las cuatro ruedas gracias al sistema E-Four que dota al vehículo de una mayor estabilidad en las curvas y contribuye al confort de los ocupantes, lo que unido a la opción de selección del modo de conducción Confort posterior, una novedad en Lexus, que ajusta el rendimiento de la suspensión y la distribución del par motor y suprime las vibraciones, ayuda tanto al vehículo como a sus ocupantes a mantener una postura más cómoda. Para un viaje largo, en un modelo que supera los cinco metros, los elementos de seguridad son muy importantes. El LM está equipado con la última generación en seguridad activa y asistencia al conductor. Se trata de mecanismos que pueden detectar un abanico aún más amplio de riesgos de accidente al emitir alertas y reforzar la fuerza de la dirección, los frenos y la tracción cuando es necesario, para ayudar a evitar o mitigar impactos. Están ajustados para funcionar de una forma que resulte natural y que transmita confianza al conductor. El habitáculo del LM transmite una sensación de amplitud potenciada por la luz natural que entra por las grandes ventanas. Los asientos principales del vehículo son los de la fila central, que ofrecen un estilo de 'primera clase' y un gran confort, con unos grandes reposacabezas ajustables, calefacción y ventilación integradas y función de masaje. Los asientos de la tercera fila disponen de unos cojines particularmente gruesos y la posibilidad de plegarse hacia arriba para disponer de más espacio para equipaje si es necesario. Un espacio para el equipaje de casi 1.200 litros. El viaje, con estas condiciones, se realiza en un respiro, especialmente para los acompañantes que disponen de todas las comodidades propias de un asiento de primera clase. Una vez en La Coruña, el LM podría asustar a la hora de callejear por sus dimensiones, sin embargo, los 5,130 metros no son un problema a la hora de maniobrar gracias a su generoso ángulo de giro de 11,8 metros. Tras atravesar el centro de la capital coruñesa nos encaminamos hacia la playa de Riazor, una bahía en forma de concha que te abraza mientras las olas entran bravas desde la inmensidad del Atlántico. Mientras, la Torre de Hércules custodia imponente la entrada al puerto.