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El precipicio de Venezuela visto por los venezolanos de Córdoba: «Gritamos allá donde estemos por la libertad y la democracia»

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Venezuela vive una crisis institucional en la que tiene el foco puesto todo el planeta. Nicolás Maduro tomó posesión este viernes de la Presidencia del país , mientras millones de patriotas reclaman que muestra las actas de las elecciones en la que la oposición, con Edmundo González a la cabeza, se declara también ganador. Córdoba cuenta con una colonia de 730 venezolanos que ven desde la distancia de los kilómetros pero desde la cercanía del corazón y su sentimiento la situación de máxima tensión que se vive en Venezuela, al borde del precipicio. La mayoría de ellos han llegado a España , y en concreto a Córdoba, fruto de la crisis, la alarma, las carencias, el miedo, las amenazas y el deseo de libertad. Tristes y enfandados, algunos dejan hoy su testimonio. Seis venezolanos que residen en Córdoba hablan con ABC de la situación de Venezuela. Marinela Torrealba salió de Venezuela hace seis años . «Yo vivía en la parroquia 23 de Enero, donde están ahorita Tres Raíces y La Piedrita: los peores colectivos que hay en toda Caracas son del 23 de Enero». En Venezuela, una parroquia es una unidad política y territorial en la que se dividen los municipios, como una especie de grandes distritos. Los colectivos son organizaciones paramilitares de tiempos de Hugo Chávez . Se trata de milicias gubernamentales que ejercen el control en determinados barrios de la ciudad. Muchos de ellos son reconocidos en España por las típicas imágenes en los medios de comunicación, en los que se ve a gente armada, encapuchada y muchas veces en motocicleta. Tras apoyar a Chávez, sus acciones continuaron con Maduro al frente. «Tuve mucha persecución porque era miembro de mesa electoral, trabajaba con la oposición en las elecciones y manteníamos reuniones, eso bastó para que tuviera mucha repercusión en mi vida y en la de mis hijos, que tuvieron que salir todos». El caso concreto de la vida cotidiana de Torrealba se tornó en el de un acoso contante: «Venían a llamar o tumbar la puerta de casa y a amenazarme, me quitaron prácticamente todo, incluso el salario ». Marinela ejercía de enfermera del hospital universitario durante cuarenta años y más tarde se jubiló. «Las amenazas comenzaban en el mismo trabajo y la vida se te hace cuadritos hasta que tienes que salir del país». Pedro Galera vino a Córdoba hace décadas a estudiar veterinaria, se graduó en Córdoba y también se casó. En la década de los 70 volvió a su país y estuvo allí hasta el año 2018. «Salí sobre todo por cuestiones familiares». En su caso, reivindica para su país «que se vayan, libertad y democracia ».¿Cómo se llega a una situación como la de Venezuela? Galera lo tiene claro: «siempre he dicho que la democracia tiene sus problemas, para empezar debe ser una democracia de verdad, si no termina mal, porque todo el mundo espera que le den, nadie trabaja, y ese tipo de oferta engaña a la gente. Galera va a seguir hablando y con gran sentido del humor se muerde la lengua cuando comprueba que podría excederse: «no quiero opinar otra cosa, nada más que esto», dice entre risas. William Sánchez fue policía y actualmente comandante del movimiento 'Operación continente americano 2020' y director de 'Resistencia venezolana unida'. ¿En qué consiste este movimiento? «Somos un movimiento de venezolanos patriotas, nacionalistas, constitucionalistas e institucionalistas que estamos regados por el mundo, nos hemos ido organizando tanto fuera como dentro para la organización de policía, militares y civiles radicales en contra de una tiranía que lleva 25 años secuestrando nuestra nación». Sánchez indica que hay ocho millones de venezolanos fuera de su patria , y que este movimiento cuenta «con tentáculos dentro del territorio nacional para incentivar a que las fuerzas armadas y policiales asuman responsabilidades en torno al rescate de la soberanía». William era policía del cuerpo de investigaciones científicas, penales y criminalísticas, y repite sus antiguas credenciales: agente 33203. «Hacemos un llamamiento a que las fuerzas armadas y policiales defiendan al pueblo, puesto que el régimen de Maduro es un régimen criminal que se ha ido apoderando de la nación a través del narcotráfico y la corrupción». Sánchez estuvo preso en su país en el 2014 y el 2018, cuando salió de Venezuela. «Ya fuera de nuestro país, hemos observado que los tentáculos del comunismo o socialismo son internacionales, y vemos países que tienen alianzas con ese narcotráfico, un ejemplo en España sería Zapatero». El antiguo policía venezolano iza una bandera de la guerra de la independencia. Consta de un rectángulo negro dentro de un rombo blanco y, el resto, en color rojo. «Nosotros, allá donde nos encontremos, vamos a gritar por el gloria al bravo pueblo y por la libertad , además, la rebelión es un derecho que está enmarcado en nuestra constitución». María Fernanda Torrealba llegó a España el 5 de septiembre de 2018. En Venezuela se dedicaba a la informática. «Salí de Venezuela por la situación social». En su caso, como recuerda, fue en las elecciones «testigo de mesa y coordinadora del centro de votación en Venezuela en una zona álgida». Junto a ello se añadió la mala situación económica del país. En algunos momentos, María Fernanda interrumpe emocionada su discurso. «Tengo un hijo que era pequeño en aquel entonces, y al ver que se estaban llevando los niños a disparar, decidí venirme». Torrealba advierte sobre ese unos de la infancia a un modo equivalente a los niños de la guerra de África. «El otro día se pudo ver a Maduro repartiendo armamento en zonas como 23 de enero». Esta informática venezolana tenía miedo por la seguridad propia, la de su marido y ese posible reclutamiento de su hijo, que además ya pasaba a su corta edad por problemas de ansiedad, entre otras cosas porque la división política se traslada a la escuela en la forma de acoso, pues «si eres opositor allí puedes ser acosado por los vecinos». El día de salida no lo olvida: «cuando estaba en el aeropuerto nos hicieron cuatro revisiones antes de montarnos en el avión; ya estando dentro nos abrazamos y nos pusimos a llorar los tres». Yandal Abreu salió de Venezuela en el 2019. Se encuentra acompañado de su hijo, que precisamente fue el acicate para salir del país buscando mejores oportunidades. En su viaje a España hay que añadir un hecho previo luctuoso y triste, la muerte de su esposa. «Enviudé a causa de la situación de salud tan precaria existente en Venezuela». En ese sentido, Abreu detalla que todo se produjo por un cáncer no tratado o, al menos, no tratado adecuadamente: «Fue un cáncer al que no se le dio la debida atención, obviamente debido al sistema tan precario de salud que sufrimos en Venezuela». A lo largo de los años, ha sido notoria la fuga de talentos del sistema de salud de esta nación, además de llegar constantes noticias sobre su inseguridad y deterioro de las infraestructuras y servicios, lo que ha desembocado en el cierre de muchos centros. Según los datos disponibles, hasta octubre de 2023, se ha informado que el 84% de los servicios de tomografía y resonancia magnética en los 40 principales centros de salud públicos en Venezuela estaban cerrados . Yandal era comerciante en su país de origen. «Desde que llegué tenía ya a mis familiares en Córdoba , como a mi cuñado y mi cuñada, por lo que desde que vine, me enamoré de la ciudad y ya no he querido irme». Abreu aspira a que Venezuela «se encamine hacia un futuro mejor, al menos que esta gente salga del poder o que al menos no gocen de esa complicidad internacional de la que gozan». Sobre este último aspecto, el comerciante venezolano hace una especial advertencia: «ellos, por más que sean un régimen, siguen gozando de una complicidad internacional muy bárbara, tanto aquí, de parte de muchos sectores políticos españoles, como afuera en Cuba; en todos lados tienen apoyo, bien por el interés por los recursos del país, bien por otras causas». Carmen Tomas salió de Venezuela hace seis años debido a la situación que se está viviendo en su nación desde el 2014, y se califica como «una persona que ha luchado por su país». Allá se dedicaba a la abogacía . «Salí, como se suele decir, por las trochas, a escondidas, para evitar ser apresada». Tomas apuesta y le pide a Dios por «una Venezuela libre donde estemos unidos». Con respecto a la profesión que ejercía en su país de origen, y dado lo precipitado de su huida, se ha encontrado con notables problemas para poder realizar una efectiva convalidación del título: «Se me ha hecho un poco difícil porque tengo que hacer una homologación y no pude traerme los papeles en regla, pero espero que todo esto se solucione pronto». Desde que salió de Venezuela recaló en Córdoba, donde exhibe orgullosa una bandera de su patria, con sus inconfundibles tres colores -amarillo, azul y rojo- y una franja de estrellas en el medio.