El efecto llamada provoca la llegada de nuevos okupas a la urbanización de lujo de Carabanchel
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Casi como un cuentagotas, la veintena de familias de origen peruano que protagonizan la historia del edificio okupado de Carabanchel han ido pasando por la comisaría del distrito de la Policía Nacional . Acudían a denunciar cómo habían sido, a su juicio, víctimas de una estafa. Pero, lo supieran o no, ya se habían convertido en okupas y a raíz de salir el caso a la luz, explican fuentes del caso, el número 6 de la Calle Excelente, en el Ensanche de Carabanchel, ha recibido a más vecinos. «Después de conocerse todo, también la ubicación de la promoción, han llegado nuevos okupas», añaden estos informantes. El Grupo de Judicial de la comisaría del barrio se encuentra investigando el asunto. Fueron 28 los pisos tomados por familias del país andino, a quienes supuestamente habrían ofrecido las viviendas a un precio irrisorio cuando se encontraban en la cola de un comedor social. Una de las residentes legales, que también los hay, explicó: «Vivo en el edificio de Carabanchel y en este puente nos han okupado al menos 28 viviendas, y la empresa no ha hecho nada más que mandar un mísero email. Los okupas entrando con colchones, sofás, neveras y el portero dejándoles entrar. Llevamos meses reportando puertas que no cierran bien, con conserjes que no hacen rondas y se duermen por las noches. Se han dado prisa para poner alarmas en los pisos que todavía están vacíos, pero a los que estamos pagando no nos han dado nada, ni una medida extra. ¿Cómo es posible que te okupen 28 viviendas en cuatro días y nadie se dé cuenta? No es mi trabajo verificar quién vive en cada piso». Las fuentes policiales consultadas explican que las 28 familias acudieron poco a poco a denunciar que habían sido víctimas de una estafa, y muchas lo hicieron llegando a comisaría con sus propios hijos pequeños. Quizá una manera de hacer entender que hay muchos menores en esos domicilios, lo que complica mucho los desalojos. Portaban unos supuestos contratos de alquiler, que, según ha podido saber ABC, «carecían de firma e identificación personal o de la empresa arrendadora»: «Son documentos que ellos mismos podrían haber confeccionado en un ordenador», añaden. No se sabe si lo escribieron los denunciantes o si era el mismo modelo que supuestamente les entregaron los 'caseros', que no son más que los allanadores originales y que se los han realquilado. Los afectados hablaban de que había sido «un clan», al parecer español, el que les había cobrado hasta 3.000 euros por las llaves de cada vivienda, en una urbanización con acabados y prestaciones de lujo: el complejo cuenta con piscina, gimnasio, área infantil y zona gastro exterior, entre otras comodidades. «Es la primera vez que se ve en Carabanchel una okupación tan masiva y, más aún, solo de personas de origen peruano», explican a este periódico personas cercanas a la investigación. Se trata, sobre todo, de familias que no tienen regularizada su situación en España y no aparecían en el padrón. En total, hay unas 160 viviendas en la urbanización, de las que ya son una treintena las okupadas, que, además, estaban por estrenar. Es decir, que la mafia se habría embolsado cerca de 100.00 euros hasta ahora. «Hay sangre por las paredes, básicamente porque se pelean entre ellos» se quejan los vecinos, quienes no salen de su asombro de la rapidez con la que ocurrió todo, en el puente de diciembre. «La promotora, al principio, sí mostró su deseo de cambiar las cosas, pero en las últimas semanas les hemos avisado de peleas, pero no hemos obtenido respuesta. Solo nos han bajado 100 euros para que nos callemos», cuentan. Otro de los afectados reconoce que se plantea cambiarse de piso si la situación continúa volviéndose insostenible.