¿Pueden viajar sin velo las extranjeras a Arabia Saudí?

Desde 2016 ya no es obligatorio el uso del velo femenino (hijab) en Arabia Saudí, ni para las mujeres residentes en el país de La Meca y Medina ni para las turistas extranjeras. El 'hombre fuerte' del país, el príncipe heredero Mohamed bin Salman , expuso aquel año lo que se ha denominado el proyecto 'Visión 2030» para modernizar el país, haciéndolo menos dependiente del petróleo y abriéndolo a la inversión y al turismo. Para los críticos, el plan de apertura ha sido también la 'pantalla' del régimen para distraer la atención de la represión de la disidencia política. Como han demostrado las denuncias de «acoso y tocamientos» de mujeres no saudíes que asistieron el jueves al partido entre el Real Madrid y el Mallorca en la ciudad de Yeda, la situación legal dista de ser, al menos todavía, la situación real. La presencia de mujeres sin velo en acontecimientos deportivos es, cuanto menos, una 'provocación' para un sector masculino que ha crecido en una cultura profundamente machista, tradicional, y que cuenta con la impunidad en muchas de sus acciones. Buena prueba de ello es que las pocas mujeres saudíes que asistieron esta semana a los partidos de la Supercopa de España acudieron con velo, aunque las normas les permitan no usarlo. Antes de bajarse de la escalerilla del avión, toda extranjera que viaja a Arabia Saudí debe haber recibido el mismo consejo. No es obligatorio ya el uso del velo, salvo que se lo exijan si visita lugares religiosos en el país. Pero debe extremar su atención para vestirse cubriendo la mayor parte posible de su cuerpo con prendas holgadas. En su propaganda de la reforma del código de vestimenta, las autoridades saudíes subrayan este extremo en Internet. Recuerdan a las extranjeras que deben ser «respetuosas con las tradiciones del país», prestar atención a las prendas que usarán en público. Y no criticar el uso generalizado del velo -simple o completo- de las mujeres saudíes. Una práctica, afirma la nota, dirigida a «defenderlas de las miradas de hombres malvados» y evitar las incomodidades de la arena del desierto. En su reforma global de la sociedad saudí, el proyecto 'Visión 2030' cuenta con novedades que han permitido un respiro real a las mujeres. Entre otras, la autorización para conducir vehículos y para trabajar fuera de casa. Siguen vigentes, no obstante, gran parte de las normas de la Sharía, la ley islámica, más estricta, en lo referente a los permisos del tutor masculino, el matrimonio, la custodia de los hijos, las denuncias en los tribunales y los testamentos. 'Vision 2030' sigue, además, manteniendo el estatus de Arabia Saudí como el país más intolerante del mundo en materia de libertad religiosa. Más de un millón y medio de trabajadores católicos , procedentes en su mayoría de Filipinas y la India, tienen vetada la posibilidad de asistir a misa o reunirse en sus domicilios para rezar.