Canarias limita el acceso a sus espacios naturales: el Roque Nublo, 60 personas por hora

A partir del 3 de febrero será necesario reservar para visitar el Espacio Natural del Roque Nublo, emblema de Gran Canaria, Así lo ha decidido el Cabildo insular, que se suma a medidas similares en otros espacios e islas de Canarias. Las visitas se reservarán a través de la web grancanariasenderos.com y se habilitarán dos aparcamientos disuasorios que conectarán con la entrada al sendero principal a través de guaguas lanzaderas. Esta iniciativa busca reducir el número de vehículos que transitan en la zona, descongestionar y ordenar el número de personas que acceden al Nublo con el fin de « proteger nuestros espacios naturales , garantizar su sostenibilidad y ofrecer una experiencia inigualable a quienes los visitan», ha apuntado el presidente Antonio Morales. En el caso de particulares, se limitará el acceso a 60 personas por hora y cada usuario podrá hacer un máximo de cinco reservas. El control se realizará a través de un código QR que se asignará al realizar la reserva. Los escolares y las empresas de turismo activo tendrán una regulación especial . Para los primeros se permitirá la entrada de un grupo de 60 personas diarias o dos grupos de 30. En el caso de las empresas de turismo activo la limitación será de 30 personas cada dos horas y se requerirá el número de licencia de turismo activo. Los residentes en Tejeda y Artenara podrán acceder presentando su DNI o certificado de residencia en vigor. No se exigirá reserva para las personas que lleguen a través de senderos adyacentes. Además, se ha mejorado la accesibilidad a través guaguas lanzaderas, vehículos híbridos con capacidad para más de 60 pasajeros y aparcamientos disuasorios. El Roque Nublo es la cima más famosa de las Montañas Sagradas de Gran Canaria. Se trata de un monolito de alrededor de ochenta metros de altura, situado a más de 1.800 metros de altura, uno de los restos petrificados de la explosión de un estratovolcán hace varios millones de años. Hoy, reconocido ya como Patrimonio Mundial de la Unesco es seña de identidad de Gran Canaria, su corazón más fotografiado