El pueblo abandonado más bonito de España está en Extremadura: cuál es, dónde está y cómo llegar
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Sobre sus más de 500.000 km² de extensión, España ofrece todo tipo de destinos vacacionales para los millones de turistas que visitan sus tierras cada año. Los hay que buscan siempre sol y playa , mientras que otros tantos abogan por el descanso que ofrecen los territorios de montaña a aquellos que se atreven a descifrarlos. No obstante, más allá de los lugares más conocidos por el público, nuestro país también esconde algunos secretos sólo al alcance de los más curiosos. Los pueblos abandonados de buena parte de España son uno de los misterios que atraen a muchos turistas en los últimos años. ¿Te imaginas pasear por las calles de una localidad donde no reside nadie desde hace más de 60 años? Pues es una realidad en muchas localidades españolas que, tras la construcción de los emblemáticos embalses durante el Franquismo , vieron cómo sus habitantes se marchaban en busca de una nueva vida, quedando estos a merced de las aguas. Sin embargo, mientras que muchos de estos quedaron sumergidos en la década de los años 50 y 60 , otras tantas poblaciones simplemente fueron desalojados tras ser declarados como zonas inundables y jamás llegaron a inundarse. Es el caso del que, a día de hoy, es considerado como el pueblo abandonado más bonito de España . Pero ¿cuál es, dónde se encuentra y cómo se llega a este lugar de ensueño? En Extremadura podemos encontrar, sin duda alguna, uno de los pueblos abandonados más hermosos de España. Se trata de Granadilla , un pequeño municipio de la provincia de Cáceres , considerado conjunto histórico-artístico , que cuenta con un bellísimo patrimonio arquitectónico y que suma también una buena historia a sus espaldas. Situado en las inmediaciones del embalse de Gabriel y Galán , hace más de 70 años que sus habitantes abandonaron la zona tras la construcción del pantano. El pueblo, uno de los más visitados de nuestro país, ofrece a los turistas que pasan por allí algunos de los monumentos más bellos de la provincia. Entre ellos se encuentra su castillo, que fue erigido en el siglo XV sobre los cimientos de una antigua alcazaba árabe y que está formado por una torre central y cuatro torres semicirculares. Tiene planta polilobulada y cuatro alturas, a lo que se suma también unas mazmorras y un aljibe . El otro gran reclamo que ofrece Granadilla es su impresionante muralla, una de las mejor conservadas del país junto a las de Lugo y Ávila , que rodea toda la villa extremeña. Construida durante el dominio árabe en el siglo IX, el legado musulmán de sus paredes es más que palpable. Desprovista de torres, está adornada con las almenas en forma cúbica que la caracterizan como el bastión defensivo que fue hace más de 500 años. Los visitantes tampoco se pueden perder la iglesia parroquial de la Asunción , construida en el siglo XVI, que se ha convertido en una de las edificaciones más importantes de la localidad. Se trata de la única edificación de Granadilla que no se pudo expropiar ante la firme negativa del obispo de Coria. A pesar del deterioro que sufrió tras el abandono del pueblo, el templo mantiene su capilla mayor y un ábside de tres lados . Granadilla es un municipio que esconde muchos secretos en el interior de sus murallas. Esta antigua villa amurallada de origen feudal fue fundada en el Siglo IX, cuando los musulmanes se asentaron en la zona al considerarla un baluarte estratégico tanto militar como defensivo para sus conquistas por su situación: era frontera con los reinos de Castilla, León y Portugal. Por entonces, la localidad no era conocida por su nombre actual, sino como Granada . Durante la reconquista, bajo el mandato del rey Fernando II de León, los cristianos consiguieron vencer a los árabes que la poblaran y se instalaron en la aldea, repoblándola y dotándole las murallas que la caracterizan. Tras la conquista de Granada en 1492 por parte de los Reyes Católicos, se cambió el nombre a la villa , que pasó a denominarse Granadilla ─el nombre no fue oficialmente utilizado en los documentos del Concejo hasta el siglo XIX─. A todo este pasado histórico que acumulan sus paredes se suma también el desalojo que sufrió la villa a mediados del pasado siglo. Fue el 24 de junio de 1955 cuando el Consejo de Ministros de Francisco Franco decretó la expropiación del término municipal de Granadilla a raíz de la construcción del embalse de Gabriel y Galán. Apenas cinco años después, el pueblo pasó a ser propiedad del Estado tras el pago de las correspondientes indemnizaciones y se comunicó a los habitantes que sobre ellas no podrían reclamar derecho alguno. Finalmente, en 1964, con el crecimiento exponencial del pantano y la inundación de las tierras de la Vega Baja y parte de las carreteras, l os últimos habitantes abandonaron el pueblo al encontrarse sin medio de subsistencia y se trasladaron a Alagón del Río. La situación cambió tras el Franquismo cuando, bajo el gobierno de Adolfo Suárez, Granadilla fue declarada conjunto histórico-artístico en 1980 . Fue entonces cuando comenzó la restauración de la villa, cuyos monumentos, como su majestuoso castillo o sus murallas, se encontraban en mal estado a causa del paso del tiempo y las lluvias. Asímismo, en 1984, se incluyó la villa en el Programa Interministerial de Pueblos Abandonados , fomentando así la recuperación del municipio hasta convertirlo en todo un foco de interés turístico en los úlrimos años. La antigua villa feudal de Granadilla se encuentra en la provincia de Cáceres, a tan sólo 1 hora y 20 minutos de la capital de la provincia. Según explican en su página web, se llega «por la Autovía de la Plata E-803 que une Cáceres con Salamanca » y, desde allí, «hay que coger la salida 442 dirección Zarza de Granadilla». Una vez en el pueblo, se coge el desvío hasta llegar a Granadilla, donde se encuentra un parking gratuito para todos los viajeros. Sin embargo, los interesados en realizar este viaje deben tener en cuenta que, aunque el acceso a la localidad es completamente gratuito, sí existen unas medidas en cuanto a horarios de acceso y salida . Esta normativa se impuso hace un tiempo para garantizar la integridad de un sitio tan histórico y conseguir que los viajeros puedan disfrutar de una visita segura a este pueblo de Extremadura. Según recogen en la página web, Granadilla se puede visitar de martes a domingo (los lunes se encuentra cerrado) y los horarios de visita pueden variar en función de la época del año en la que nos encontremos. De abril a octubre, se abrirán las puertas de 10:00 horas a 13:30 horas y de 16:00 horas a 20:00 horas , mientras que de noviembre a marzo, lo harán de 10:00 horas a 13:30 horas y de 16:00 horas a 18:00 horas . En Visitar Granadilla también advierten de otras normas que se deben seguir a la hora de viajar al municipio extremeño. En concreto, explican que la entrada de mascotas sí está permitida, pero debe atarse a los animales . Se deben evitar aquellas zonas en proceso de obra, por lo que piden que no se atraviesen las vallas de seguridad colocadas por el pueblo. Asímismo, explican, está prohibido el acceso a las viviendas de la localidad, que son son de uso exclusivo del programa educativo.