ru24.pro
Abc.es
Ноябрь
2024
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30

Víctimas de accidentes de tráfico en Córdoba: «Todavía hoy no sé quién me atropelló»

0
Abc.es 
María Jesús Fernández fue atropellada cuando tenía dos años. Estuvo más de medio año en coma inducido Las consecuencias del percance paralizaron sus extremidades y le impiden respirar de forma natural. Está unida a su silla y su teléfono móvil como extensiones de su ser. A Paco Pedrosa lo arrolló un coche en Carlos III cuando iba montado en su Vespa. Estuvo 51 días en coma. El resultado fue una lesión medular que también lo mantiene en silla de ruedas. Ambos son un ejemplo sobre cómo puede dar un giro la vida en un segundo a causa de un accidente . Hoy, como cada tercer domingo de noviembre desde 2005, se celebra el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico . Esta efemérides fue ideada por la asamblea general de la Organización de Naciones Unidas como modo de concienciar acerca de la necesaria prevención para evitar accidentes y también para alabar la labor de los servicios de emergencia. «Soy una ferretería», indica María Jesús Fernández con enorme sentido del humor acerca de su estado, pues depende por una parte de su silla de ruedas con control bucal, del teléfono móvil y, además, de un marcapasos diafragmático que le permite respirar, y al que describe con el mismo sentido del humor como «lo mejor del mundo». Fernández no recuerda nada del accidente que, en 1996 , y cuando contaba con dos años y medio, la dejó tetrapléjica. Natural de Dos Torres, el hecho se produjo en Pozoblanco cuando su madre iba a comprar al supermercado. La dejó, como puede ser habitual en una localidad tan pequeña, en su asiento a la espera para una vuelta rápida y de nuevo a casa. Más ella, inquieta como cualquier niño, decidió salir del coche y cruzar la calle varias veces. En una de ellas se produjo el siniestro. «En mi familia el accidente es un tabú, todavía hoy no sé quién me atropelló, me gustaría de alguna forma reabrir el caso porque no puedo ni ponerle cara, y es parte de lo que soy, por lo que me gustaría saber la verdad», afirma. Sí sabe que esa persona, ¿hombre o mujer?, la llevó al hospital. La infancia de Fernández transcurrió feliz gracias al apoyo de su familia y de una excelente cuidadora, María José. Los problemas llegaron en la adolescencia y la juventud con fases de acoso escolar, «aunque peor que el acoso fue el vacío que me hicieron». Su entereza y pundonor se impusieron, logrando hacer la carrera de comunicación, que ha llegado a desarrollar en televisiones locales o gabinetes de prensa, aunque actualmente está en paro. «Cuando estás con alguien así aprendes a no dar tanta importancia a cuestiones tontas», declara la cuidadora de María Jesús, Rosa Mercado. Lleva cinco años con su paciente y se ocupa del aseo, revisión exhaustiva del material (por ejemplo la cánulas de la traqueotomía) y de llevar su agenda de médicos y viajes. Todo ello con la ayuda de la pareja de María Jesús, pues vive ya de forma semi-independiente, gracias, en parte, a un reciente cambio que ha insertado en el cuerpo de Fernández una talla vesical, un tipo de sonda o catéter específico para las necesidades que permite mucha más autonomía. A Paco Pedrosa se lo llevó por delante un coche a 110 kilómetros hora cuando se disponía a ir de Carlos III a la calle Cinco Caballeros, en Lepanto . El vehículo se había saltado dos semáforos en rojo. El conductor, sin embargo, no estaba afectado por la ingesta de alcohol o drogas. Al parecer sí notablemente ofuscado por un reciente divorcio. Esto sucedió hace ocho años. Desde entonces su lesión medular le mantiene en silla de ruedas, aunque con esperanza, pues fue de los primeros elegidos en España para la aplicación de un tratamiento pionero en células madre. «Al principio no tenía casi sensibilidad de cintura para abajo, ahora mismo tengo sensibilidad ya en todas partes menos algunas áreas del pie», manifiesta mientras espera la aprobación de una segunda fase del mismo tratamiento, algo que podría ser decisivo dadas las mejorías asombrosas. Tanto María Jesús, como Paco tuvieron su accidente en la ciudad, de una forma inesperada por completo. Ambos son usuarios de la Asociación de Personas con Lesión Medular y otras Discapacidades Físicas (Aspaym) , cuya trabajadora social, Ainhoa Larrea, llama la atención precisamente sobre ese punto, pues un alto porcentaje de las personas que llegan a esta entidad procedentes de accidentes de tráfico lo hacen por siniestros producidos en trayectos cortos. «Los servicios esenciales que ofrecemos son ayuda a domicilio, fisioterapia y orientación social y laboral», especifica. Este último aspecto es básico y se desarrolla mediante convenios con empresas y búsqueda de diferentes programas y ayudas. Debido a su estado, los accidentados requieren para su desarrollo de ese empujón, sobre todo si no han recibido indemnizaciones cuantiosas tras el siniestro. También pueden trabajar gracias a otros acuerdos ofreciendo charlas de prevención. Lo que está claro es que María Jesús y Paco suponen un modelo de determinación y fortaleza en torno a la labor asistencial de Aspaym . En el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, hay que hablar sobre todo de este trabajo diario por parte de cada uno de los implicados.