La 'Compostela riojana: el milagro de la gallina que cantó después de asada
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El peregrino saldrá de San Millán de la Cogolla rumbo a Berceo, deshaciendo el camino recorrido en la jornada anterior. Abandona las montañas del Valle de la Lengua para proseguir la ruta por campos de cultivos -ocres en otoño, verdes en primavera- rumbo a la localidad de Cirueña , en la que se retoma la vía principal de peregrinos, el Camino Francés. Desde aquí solo restan seis kilómetros para llegar al destino: Santo Domingo de la Calzada , la 'Compostela riojana', a la que se entra por la calle Mayor, la de los peregrinos, en torno a la cual creció la localidad y que mantiene el trazado medieval, recorrida desde hace siglos por los concheiros. Sus orígenes y nombre están vinculados al eremita Domingo García . Cuenta la historia que el hoy santo, tras ser rechazado en dos monasterios, decidió dedicarse a la vida anacoreta en un bosque de encinas junto al río Oja en el siglo XI. Viendo las penurias que pasaban los peregrinos construyó un puente. Su popularidad benefactora se extendió, y el rey Alfonso VI le cedió unos terrenos en los que edificó un hospital e iglesia. Esa labor constructora la continuó toda su vida, arreglando y mejorando la ruta jacobea. Tras fallecer, sus restos fueron alojados en la iglesia que había edificado, dando así nombre a la ciudad, Santo Domingo, llamada de la Calzada por estar al pie del Camino. El rey Alfonso VIII concedió a la ciudad fueros y privilegios, burgo y diócesis desde el siglo XIII. Sus murallas, levantadas por el monarca Pedro I, son las más grandes de La Rioja. Y las leyendas que aquí nacieron son muchas y populares, entre ellas una de las más conocidas del Camino de Santiago, la de 'la gallina que cantó después de asada'. Como cuenta la tradición, fue protagonizada por un peregrino alemán llamado Hugonell. El joven, tras pernoctar en una taberna, fue apresado acusado de robo, siendo juzgado y finalmente ahorcado. Días más tarde el fantasma del muchacho comenzó a aparecerse a sus padres pidiendo justicia, afirmando ser inocente. La tabernera, movida por despecho tras ser rechazada, le había introducido una copa en su zurrón. Los progenitores volvieron a la ciudad y contaron los hechos al comendador, quien tras escuchar el relato afirmó que el peregrino era culpable y que estaba tan muerto como el gallo y la gallina que estaban en el plato, momento en el que salieron volando. De ahí el dicho: «Santo Domingo de la Calzada donde cantó la gallina después de asada». El casco antiguo de Santo Domingo atesora el esplendor de su historia que puede descubrirse en la Casa de Trastámara , donde vivió y murió el rey Enrique II de Castilla; en el Palacio del Secretario de Carlos V, la Casa del Marqués de Ensenada, la Casa de las Antiguas Carnicerías, la Casa de los Ocios, la Casa del Corregidor, y en tres lugares clave: la Casa del Santo , Museo y Sede de la Cofradía de Santo Domingo de la Calzada, además de Albergue de Peregrinos; la Torre Exenta , la más alta de La Rioja, y la Catedral del Salvador. Construida en el siglo XII sobre la iglesia edificada por Santo Domingo, obra del maestro cantero Garción, adquirió el título de catedral en el siglo XIII. Templo de estilo románico y gótico, de planta rectangular, tres naves, coro plateresco, crucero, tribuna y girola con tres capillas, en el que destacan el retablo mayor renacentista, los capiteles románicos del deambulatorio, el gallinero gótico (donde están las gallinas que rememoran el milagro), y al lado, en las paredes, grilletes y cadenas dejadas por los presos medievales que hacían el Camino de Santiago para conmutar sus condenas. La tumba del santo constructor se halla en uno de los brazos de la catedral. La tapa es románica con su imagen tallada en piedra; la mesa, gótica, donde se representa su vida y milagros, y el templete gótico-renacentista. Bajo la misma, la critpa, en la que se custodian y veneran en una réplica del Arca de la Alianza los restos del santo. En la catedral hay además un museo con piezas singulares como los bordones del santo, así como la hoz con la que cortó encinas para construir hospitales, puentes e iglesias. De la urbe se sale por la Calle Mayor hasta el Puente del Santo, reedificado en el XVIII, cruzando el río Oja, para llegar a Grañón, el último pueblo de La Rioja en el Camino de Santiago , donde nació la 'hospitalidad peregrina', gracias al padre José Ignacio.