La crema que duplica la cicatrización de las heridas de la piel: el último logro del Instituto Maimónides de Córdoba
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El Instituto Maimónides de Investigación Biomédica ( Imibic ) acogió este martes la presentación del proyecto Macaón , que ha permitido elaborar un hidrogel basado en el extracto de hojas de olivo . Este producto es capaz de mejorar en hasta casi un 50% el tratamiento de las úlceras de difícil cicatrización, como por ejemplo las llamadas úlceras de presión que padecen los enfermos de hospital o cama con dificultades de movilidad o las úlceras propias de algunos procesos de diabetes. «Se evita el peligro de que una herida prolongada en el tiempo se cronifique y se sobre infecte«, explicó el investigador del Imibic y profesor emérito de la UCO, José Manuel Quesada . El hidrogel se llama EHO-85 y, para Quesada, «es un hito en la curación de las úlceras cutáneas». Solamente la investigación básica ha durado diez años . Su hijo, José Manuel Quesada, responsable de la empresa de desarrollo de medicamentos Quesper , explicó que es «un hidrogel amorfo cuya característica principal se basa en sus propiedades antioxidantes, lo que deriva en su eficacia superior en comparación con otros, multiplicando incluso por dos el ritmo de cicatrización de las heridas en las primeras semanas«. Este producto se vende ya en las farmacias . Su nombre comercial es Oleoabrax . El ingrediente que hace de este hidrogel algo especial es el extracto de hoja de olivo . De hecho el producto, como explicó Quesada padre, surge un poco de la casualidad, ya que procede de un proyecto de excelencia que estaba testando dicho extracto. Los investigadores comprobaron que tenía «una gran capacidad para inhibir el estrés oxidativo «. A partir de ahí, por su facilidad de aplicación decidieron aplicarlo a las heridas cutáneas «porque además empeoran cuando aumenta el estrés oxidativo y se cronifican», detalló el investigador. Por su parte, la profesora de química analítica, Lola Luque , recordó el uso, como infusión, de la hoja de olivo, haciendo incidencia en que a cien grados centígrados se extrae, en realidad, una cantidad pequeña de compuestos. Por este motivo, lo que hicieron los investigadores fue «extraer componentes a temperaturas superiores, en torno a 150 ó 175 grados, pero aumentando la presión del extractor para evitar la evaporación del líquido», detalló.