Los Estudiantes regresa a la Anunciación para conmemorar su primer centenario
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9.120 días han pasado para volver a ver al Cristo de la Buena Muerte y a la Virgen de la Angustia de los Estudiantes en la iglesia de la Anunciación. Fue hace un cuarto de siglo, el 21 de noviembre de 1999, cuando estas imágenes estuvieron por última vez en el templo que vio nacer a esta corporación. El 9 de noviembre de 2024 es otra fecha importante en la historia de los Estudiantes, del día de la vuelta a la iglesia de la Anunciación para conmemorar el primer centenario de la fundación de la hermandad. Durante la próxima semana, este evento brindará a los más jóvenes una imagen inédita y permitirá a los mayores revivir momentos históricos de la corporación. Aunque 25 años pueden poco tiempo, sí lo es. Así lo refleja el reportaje del 75 aniversario, publicado por José Luis Montero en sus redes sociales, donde se observa una procesión que partió al alba, siguiendo un recorrido diferente y en una ciudad con otra estética. En una jornada intensa con la beatificación de Torres Padilla, la regata Sevilla - Betis, manifestaciones contra el gobierno, la feria del Belén o la visita de Johnny Depp en el Festival de Cine Europeo que tiene lugar en Sevilla hasta el próximo fin de semana, hubo tiempo para otro acto extraordinario más como ha sido el traslado de los Estudiantes a la Anunciación. Fueron tres horas y media de traslado que dejaron muchas imágenes para la posteridad. A las seis en punto se abrían las puerta de la capilla de la Universidad para dar paso a un cortejo que contó con más de 600 cirios, con algunos de los guiones de las facultades, costaleros antiguos y actuales y una multitud de hermanos que acompañó en todo momento a sus titulares. La salida de los Estudiantes por el Rectorado fue acompañada por la serenidad de la tarde, que presenció este momento especial. Un profundo silencio impregnó el recorrido, interrumpido únicamente por el sonido del rezo de los sacerdotes y hermanos de la hermandad , quienes oraron frente a cada imagen en memoria de las víctimas del reciente temporal y en apoyo a todas las personas que han perdido sus hogares y pertenencias. La primera parte del recorrido evocó el traslado de las imágenes en Cuaresma, cuando la hermandad de los Estudiantes celebró su quinario y la función principal en el trascoro de la Catedral. Sin embargo, al alcanzar la Plaza Virgen de los Reyes, todo se llenó de novedades. La Giralda presumió orgullosa y se engalanó por la beatificación de Torres Padilla , que congregó a más de 8.000 personas, que se dice pronto. Todavía quedaban restos de la ceremonia mientras pasaba la comitiva, ya que los operarios trabajaban en desmontar las sillas y plataformas colocadas para seguir la eucaristía. El paso de los titulares de los Estudiantes por la calle Mateos Gago resultó impactante: la Giralda lucía repleta de banderolas y las luces de Navidad, recién instaladas, añadían un aire mágico al recorrido. La comitiva desembocó en la parroquia de Santa Cruz, donde los esperaba una representación corporativa. Dos hermandades de la misma jornada, frente a frente, compartieron un momento especial. Desde allí, la procesión continuó por la estrecha calle Fabiola, siguió por Federico Rubio y avanzó hacia la calle San José, para llegar finalmente a San Nicolás, sede de la hermandad de la Candelaria, otra corporación del mismo día. Continuó el cortejo para desembocar en la Alfalfa, Alcaicería, la plaza del Pan y Puente y Pellón, calles que, desgraciadamente, no cuenta con una estética propicia para ver el paso de procesiones, aunque las cofradías, cada vez que transitan por zonas totalmente modificadas, rememoran tiempos pasados por la esencia viva de los siglos de Sevilla. La llegada a la plaza de la Encarnación fue un instante especial. El Cristo de la Buena Muerte se detuvo ante el imponente retablo cerámico que recuerda el lugar de origen de la hermandad, que regresaba a la Anunciación con una nueva apariencia en su entorno. Pasadas las nueve de la noche, las imágenes entraron en la actual sede del Valle, donde la corporación fue recibida con gran devoción. La coral de la hermandad comenzó a sonar, mientras el palio de la Virgen de la Angustia se encontraba montado a un lado. Al fondo, se distinguía parte de la estructura del altar para los cultos extraordinarios, en el lateral, los titulares de los Estudiantes. Todo concluyó con una pequeña oración, con las dos imágenes en el presbiterio mientras la Tuna de Filosofía y Letras entonaba el himno universitario c omo cierre del traslado. Hasta el domingo próximo, los Estudiantes recibirán culto en la Anunciación, teniendo justo al lado a la otra hermandad universitaria, la del Valle.