Fernando Tejero: «Siempre estaré agradecido a Dani Martín; es mi hermano»
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Fernando Tejero está inmerso en uno de los otoños más calientes de su existencia. Con el olor del Goya aun prendido en su epidermis, se ha subido a las tablas con Edward Albee, uno de los últimos grandes genios de la literatura dramática norteamericana, y en el escenario representa cada día 'Camino al zoo', una obra de teatro protagonizada junto a Dani Muriel y Ana Labordeta. Pero eso no es todo. También ha terminado de rodar, 'El cautivo', de la mano de Alejandro Amenábar, erigiéndose en uno de los personajes principales del film. En pocos meses le veremos en los cines interpretando al sacerdote dominico Blanco de Paz: «Alejandro Amenábar me ha regalado el papel más bonito de cine que podía haberme inventado, un cura que traiciona a Cervantes . No puedo contar mucho más, que me cortan la cabeza, pero os va a gustar», nos comenta el actor en una entrevista concedida a ABC. El pasado mes de junio el equipo finalizo el rodaje del 'El Cautivo' en el Castillo Fortaleza de Santa Pola, transformado en la prisión de Argel donde Miguel de Cervantes sufrió cautiverio en el siglo XVI. El actor precisa que esta película, en la que interpreta uno de los papeles principales, también le ha servido para quitarse el sambenito de cómico que muchos le atribuyen, cuando su espectro dramático es mucho más amplio que la mera comedia: «He interpretado dos personajes muy mediáticos en series como 'Aquí no hay quien viva' o 'La que se avecina', pero luego he hecho 50 películas más, entre ellas también dramas. En 2022, estuve nominado a un Goya por un personaje que no era de comedia en 'Modelo 77', y la gente lo acepta muy bien. También está la serie Los Farad, en la que interpreto un personaje dramático que ha funcionado genial. Yo creo que el que quiere te acepta, y el que no, no. Sé que el papel de Blanco de Paz va a ser increíble y marcará un antes y un después. Estoy muy contento. La película se estrenará en alguno de los festivales internacionales de cine, pero todavía no sé en cuál». Esta historia de Amenábar, parte de hechos reales. En concreto, partirá de un episodio de la vida del escritor Miguel de Cervantes, cuando apenas tenía 28 años, el escritor fue capturado frente a la costa de Cataluña por piratas berberiscos, manteniendo un cautiverio de cinco años en Argel a la espera de ser rescatado , con varios intentos de fuga. Fernando Tejero ha trabajado junto a Julio Peña que hace el papel de Cervantes ('A través de mi ventana', 'La casa de papel: Berlín') y el italiano Alessandro Borghi ('Suburra', 'Las ocho montañas') «Ha sido increíble rodar con ellos estamos deseando de estrenar». Fernando es la coherencia personificada; proviene de una familia taurina. Su padre fue banderillero y organizaba corridas en Córdoba, y dos de sus hermanos también se han dedicado a esos quehaceres. Sin embargo, él es un ferviente animalista y manifiesta públicamente que «no me gustan los toros, y mi familia lo sabe» . Su tierra le tira mucho, y ahora que ha estado más alejado por sus rodajes, intenta volver a Córdoba siempre que el teatro se lo permite. «Sangre es sangre», dice. Ahora que cesa el calor de los «cuarenta y tantos» en Córdoba, el actor irá a visitar a su familia. «Es difícil ser profeta en su tierra, pero me siento muy querido por los cordobeses y yo también los adoro». Pero su otra familia son los amigos. Recientemente, vimos en las redes sociales de Fernando una imagen con Dani Martín, abrazándole por detrás mientras ambos están sentados junto a una mesa, que capta a la perfección su amistad. «Te quiero infinito, hermano» , escribía. Al preguntarle cómo está Dani, respondió: «Mi 'broder' está genial. El año que viene va a girar con su nuevo disco. Hemos estado juntos y le he visto fantástico. Lo único es que está descansando; se ha quedado un poco delgado, pero está muy bien. Parece que cuando uno se retira a descansar, desaparece, como si no estuviera, pero lo dicho: está genial». La amistad entre Fernando Tejero y Dani Martín se remonta a hace mucho tiempo, cuando ambos coincidieron estudiando interpretación en Madrid. Dani se convirtió en su ángel de la guarda. Como Fernando vivía en una pensión y su casa era grande, le invitó a vivir con su familia en Algete. Allí, Fernando cuenta: «Me sentí como un hijo más. Carmen y Manolo, a quienes quiero muchísimo, son mi segunda familia. Les estaré eternamente agradecido porque, a día de hoy, sigo siendo un hijo más para ellos». Además, Dani Martín le hizo el mejor obsequio de su vida a Fernando: « Él fue quien me regaló a Woody , me lo trajo de Londres y fue mi compañero durante diez años. Pasó conmigo penas y alegrías, y era un perro al que conocía toda la profesión porque me lo llevaba a todas partes; era como una prolongación de mí. Woody era mi amigo, y le puse Woody en honor a Woody Allen, que es uno de mis directores favoritos». Fernando se vanagloria de tener un elenco de amigos que son insuperables. Otra de ellas es Luz Casal: «Este verano he podido estar unos días con ella en el Festival de la Luz. Es mi amiga del alma y aprendo tanto de ella que nunca deja de sorprenderme». Sin embargo, algunos de esos amigos han partido. Hace unos meses, se despidió de su incondicional Julián Ortega, quien falleció a los 41 años: « Esto empieza a dar un poquito de miedo . Estamos despidiendo a mucha gente; se está muriendo mucha gente joven de infarto. Julián tenía toda la vida por delante».