Una obra de arte a base de residuos aterriza en el antiguo monasterio de Chamberí
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La obra de 2 metros de altura simboliza el círculo infinito de la segunda mano. La instalación es más que una creación artística: es una demostración de la capacidad que tiene el arte para sensibilizar y abrir la conversación sobre el medioambiente. Permanecerá hasta enero en el antiguo monasterio de Chamberí, ahora convertido en uno de los campus de la Universidad Nebrija. Cualquier visitante o vecino puede acercarse a ver la pieza que transforma residuos en un símbolo de renacimiento y conciencia ambiental. Con motivo de la presentación del informe anual de Milanuncios, 'Cierra el Círculo', que analiza el impacto medioambiental de la segunda mano, la plataforma ha lanzado su primera intervención artística junto al artista Arsenio Rodríguez y las futuras promesas, resaltando así la huella ecológica en una escultura creada con plástico y textil reutilizado. El artista de Cádiz, quien ha trabajado con materiales reciclados por más de quince años, se ha unido a los estudiantes de arte de la Universidad Nebrija de Madrid, para crear una pieza que valora el potencial de los materiales reutilizables . Para el escultor, quien se declara «pionero del reciclaje en el arte» y afirma que desde niño ha sentido el impulso de reutilizar objetos desechados, esta obra es una continuación de su compromiso con la sostenibilidad. «Estamos en una lucha por el planeta, y si mi obra puede ayudar a despertar esa conciencia, entonces vale la pena» comenta sincero. Arsenio espera que esta colaboración inspire a más personas a involucrarse en el arte reciclado . El proceso de creación de la pieza fue tan meticuloso como simbólico. En total, Arsenio usó 115 botellas de plástico y 47 tapones , todas reutilizadas. La obra, está inspirada en la «flor del paraíso» , pues es una de tantas plantas que posee el artista en su estudio. En concreto, eligió esta flor porque es capaz de florecer después de morir, representando así el ciclo de vida de la naturaleza, que, en sus palabras, «renace, como la oportunidad de dar una segunda vida a algo que fue desechado». Un mensaje que el propio artista ha querido plasmar en esta obra, con la idea de la economía circular y la iniciativa «Cierra el Círculo». Además, cada uno de los detalles tiene su explicación, la instalación en el techo, y no desde el suelo, fue una decisión intencionada para que la luz también forme parte de la pieza e intensifique la atmósfera del espacio. También los colores de las botellas tenían su simbolismo, colores como el celeste y el magenta que representan fiabilidad y seguridad en el caso del celeste, y fuerza en el caso del magenta. Para Mónica Escartín y Melina Fernández, estudiantes de la Universidad Nebrija, colaborar en esta obra ha sido una experiencia de aprendizaje y transformación . Los jóvenes artistas se encargaron de elaborar la parte inferior de la pieza, después de explorar diferentes materiales decidieron usar la tela reciclada. Siguiendo con la idea de Arsenio de la «flor del paraíso», quisieron dar forma de semillas a los diferentes módulos textiles. Esta elección refleja un «guiño visual al ciclo de vida y a la economía circular» según Mónica, para quien la tela representa un recurso tan contaminante como el plástico. La obra en conjunto simboliza la vida natural y la posibilidad de dar una nueva utilidad a materiales que normalmente son considerados basura. «Cada estudiante se encargó de crear un módulo que representa una semilla, y juntas forman una gran estructura» explica Melina. Las estudiantes comparten el objetivo de inspirar a los visitantes a tomar conciencia sobre la economía circular, a entender que, aunque individualmente el impacto pueda parecer pequeño, colectivamente se puede contribuir a un cambio. Esta obra no es solo arte, es un llamado a ver lo que es considerado desecho y a descubrir el potencial de cada pieza de plástico o tela reutilizable. El mensaje de Arsenio y las estudiantes va más allá del acto de reciclar. Es una reflexión sobre el rol del arte en tiempos de crisis ambiental, recordando que el cambio empieza con una semilla .