Una población viviendo en una zona con riesgo de inundación
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El Levante español ha vuelto a sufrir una tragedia por inundaciones a causa de una DANA, la peor del siglo XXI . Más allá de fenómenos atmosféricos adversos, cada vez más feroces y frecuentes, según los expertos del cambio climático, y de sistemas de alerta activados con poco margen, está la adversidad de que una gran porción de población vive en zonas potencialmente inundables. En España, cuatro millones de personas viven en una zona inundable. En la cuenca del Júcar, que abarca prácticamente la Comunidad Valenciana al completo, el sur de la provincia de Teruel, el norte de Murcia y las mitades occidentales de Cuenca y Albacete, son más de 470.000 personas, según las estimaciones de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). La mayoría en la Comunidad Valenciana , con 420.000 personas expuestas. El siguiente mapa elaborado por ABC muestra la peligrosidad fluvial y marina, según recogen las confederaciones hidrográficas. Consulta un municipio o dirección y comprueba el nivel de riesgo, calle a calle, en el siguiente mapa interactivo, tanto en la Comunidad Valenciana y otras zonas afectadas por esta DANA como para el resto de España. Los municipios más afectados por la DANA de esta semana tienen una gran porción de su casco urbano en zonas potencialmente inundables. Chives, Chirivella, Paiporta o Letur , algunos de los más dañados, estaban ya señalados como zonas de riesgo . Valencia, de hecho, es una de las capitales de provincia con mayor porcentaje de suelo cubierto con riesgo de inundación. Nadie puede saber cuándo, dónde y cuánto va a llover con la antelación suficiente como para evitar todos los desastres; pero sí se sabe perfectamente por dónde va a correr el agua cuando ocurra el aguacero y el desbordamiento del cauce. El conocimiento de su curso es tan preciso que hay mapas oficiales que delimitan metro a metro por dónde va a romper la escorrentía en las áreas de mayor riesgo. Son las zonas inundables, expuestos al peligro de sufrir el fenómeno natural que más destrozos, daños económicos y muertes causa en España cada año. Las lluvias torrenciales, el calentamiento del agua del mar Mediterráneo, el relieve y la tipología de los terrenos hacen de la cuenca del Júcar una de las zonas más afectadas históricamente por las inundaciones. La deforestación por causas climáticas o por acción humana es un factor más, puesto que eliminan la retención de agua. La cuenca del Júcar es una de las zonas con mayor riesgo de España. La orografía del terreno, con zonas muy montañosas cercanas a la costa seguidas de zonas muy llanas, componen una alta torrencialidad en unos barrancos muy pequeños. Unido a las pronunciadas precipitaciones por las depresiones aisladas en niveles altos, las DANA, las inundaciones se convierten en un fenómeno frecuente. Pero, al mismo tiempo, en la cuenca del Júcar se produce una concentración enorme de población y actividades socioeconómicas próximas a los cauces, con los riesgos que ello conlleva. En el Levante, muchos son los grandes municipios con porcentajes muy altos de superficie cubiertos por riesgo de inundación, como Alfafar , Algemesí , Catarroja , Cullera , Sueca o Chirivella , en la provincia de Valencia. En regiones como el litoral mediterráneo, donde los ríos y arroyos permanecen secos buena parte del año, la población ignora su peligrosidad, y no es infrecuente que se usen los cauces para el acceso o aparcamiento de vehículos. «Existe un desconocimiento del riesgo real», se lamentaba el entonces comisario de Aguas en el reportaje publicado en marzo de 2023 por ABC « Cuatro millones de españoles viven en una zona inundable: ¿eres uno de ellos? ». El peligro es la posibilidad de que ocurra el evento, el riesgo es la posibilidad de que cause daños. El peligro no se puede abordar: las inundaciones son propias de nuestro clima. El riesgo, por el contrario, sí se puede minimizar. Los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI) son el instrumento de las confederaciones hidrográficas para abordar el problema. Estos planes recogen la actualización de los mapas de peligrosidad, y una estimación de la población afectada. El urbanismo es la clave que aumenta el riesgo de daños. Antes hubo una paulatina invasión de espacios fluviales, también durante el 'boom' inmobiliario. Desde hace algo menos de dos décadas, se está muy encima de la urbanización en zonas de riesgo. Tenemos muchas viviendas, equipamientos e infraestructuras situadas en zonas de alto riesgo, construidas en la segunda mitad del siglo XX y los primeros años del siglo XXI. Aunque se pueda estar solucionando lo que pueda pasar en el futuro con legislación más restrictiva, especialmente a partir de la ley del Suelo de 2008, que obliga a la elaboración de mapas de riesgo en los planes urbanísticos, queda todo lo mal construido, en zonas de alto riesgo, del pasado, porque no había legislación que lo impidiese, junto a la avidez de transformar el territorio a toda costa, incluso en zonas de alto riesgo de inundación. El problema es quién pide responsabilidades al promotor de unas viviendas o al alcalde que las autorizó en unos eventos pueden ocurrir a largo plazo. El mapa interactivo del reportaje muestra las zonas inundables de España por causa fluvial o marina según la delimitación y nivel de riesgo definido por las respectivas cuencas hidrográficas. El nivel de riesgo está basado en la probabilidad de que ocurra el evento. Muy alta en la zona de flujo preferente inmediata a los cauces; alta en la llamada zona con un periodo de retorno a 10 años, es decir, un 10% de probabilidad de que ocurra una inundación; frecuente, a 50 años (2% de probabilidad); ocasional, a 100 años (1% de probabilidad); y excepcional a 500 años (0,2% de probabilidad). Esta es una probabilidad media; las inundaciones pueden ocurrir en cualquier momento, independientemente de cuánto tiempo haya pasado desde la última inundación. Los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI) son el instrumento de las confederaciones hidrográficas para abordar el problema. Se renuevan cada seis años. Los últimos, para el periodo 2023 - 2027, se han aprobado o se están aprobando ahora. En la evaluación preliminar del riesgo de inundación es la primera fase se identifican en cada cuenca hidrográfica los tramos o Áreas de Riesgo Significativo de Inundación (ARPSI), que son las que tienen realizados preceptivamente los mapas de peligrosidad y riesgo de inundación. Los niveles de riesgo se establecen mediante modelos que calculan el riesgo en función de numerosos factores, como la pluviometría, las inundaciones históricas, la inclinación del terreno, las construcciones o el tipo de suelo. Estos estudios se realizan por áreas; de ahí, que, en algunos casos el mapa presente un corte liso artificial, marcado por la delimitación del área estudiada, y no por la situación de riesgo de esa zona concreta. Los límites que incluyen en los mapas de riesgo están en constante revisión. Los mapas de peligrosidad se actualizan cuando se dispone de nueva información significativa que justifica volver a calcular los mapas de inundabilidad. En el caso de haberse realizado obras no recogidas en los mapas anteriores, disponerse de registros de avenidas excepcionales y disponer de una técnica de cálculo muy evolucionada respecto a la aplicada previamente.