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La odisea de una mujer con cáncer en Sevilla para que la operen: «Tardaron casi un año entre una prueba y otra»

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María (nombre ficticio) es sevillana, tiene 50 años y forma parte por su edad del programa de atención precoz de cáncer de mama del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Prefiere no dar su nombre y no aparecer en ninguna foto porque acaba de ser operada en el Virgen del Rocío de Sevilla de un carcinoma y no quiere crear más tensión de la que ya genera de por sí una intervención de este tipo. Sin embargo, quiere contar su caso «para que se conozca y no se repita nunca» tras romper una lanza en favor de los profesionales sanitarios del hospital sevillano: «No me quejo ni del trato ni de la profesionalidad de los sanitarios que prestan sus servicios, todo lo contrario, son maravillosos. Me quejo de la falta de medios y de la presión a la que están siendo sometidos para desarrollar su trabajo. Mi queja -insiste- no va contra ellos sino contra la falta de organización del sistema sanitario, de lo cual somos los pacientes los perjudicados, que tenemos que soportar, como en mi caso, que hayan tardado un año en atenderme y que, después de esto, con un cáncer de mama diagnosticado, hayan tardado dos meses y tres días en quitármelo«. La historia de María, que tiene dos hijos de 19 y 16 años, arranca en julio de 2023 con una cita para una mamografía incluida en el programa de cribado de cáncer de mama de la Consejería de Salud . Este tipo de pruebas, que supone un gran avance en salud pública, trata de prevenir enfermedades cuyo pronóstico es bueno, pese a su gravedad, si se detectan a tiempo. «Me hicieron la mamografía en un centro sanitario situado en Carretera de Carmona, pero los resultados no me llegaban y pregunté a mi médica de familia. Ella me informó de que me habían prescrito unas pruebas complementarias». La inquietud e incertidumbre de María ante el resultado de las pruebas fue creciendo con el paso de los días, las semanas y los meses sin que le realicen ninguna de esas «pruebas complementarias». Las reclamaciones que va interponiendo se encuentran con una respuesta recurrente: «Me dicen que hay muchos más pacientes en cola y que lo mío no es urgente». En julio de 2024, casi un año después, esta mujer logra una cita para esas «pruebas complementarias», que confirman la existencia de un tumor en el pecho. «Me dijeron que tuve mala suerte a causa de la saturación y de la falta de recursos«. Cuando el 25 de julio le llama su médica y le dice que tiene un carcinoma, la respuesta de María fue: «Llevo casi un año de retraso en el tratamiento. ¿Y ahora qué?». A partir de ese momento, con su cáncer confirmado, se multiplican las pruebas (resonancia con contraste, etcétera) y el 26 de agosto la ve el cirujano. «Este hombre me tranquiliza y me dice que mi cáncer tiene un buen pronóstico y entro en lista de espera para cirugía. Sin embargo, me vuelven a decir que todo está muy saturado, que no hay quirófanos suficientes, que faltan profesionales y aún no me dan fecha». María puso tres reclamaciones y logró, dos meses después, una fecha para su operación: el 29 de octubre. «Da pena y coraje que la persona que esté enferma sea la que tenga que llamar todas las semanas, o ir al hospital, para que te den una cita. Tengo un carcinoma desde hace un año y aún no he iniciado el tratamiento. Es muy fuerte», comenta en vísperas de su intervención, que tuvo lugar este martes. Esta paciente de 50 años dice que su caso no es único. «La cuñada de una compañera mía tiene un cáncer de mama con metástasis y lleva esperando también tres meses para operarse. Los médicos, que son maravillosos, le dicen como me dijeron a mí, que había mucha gente en la cola. En mi familia todos estamos muy preocupados y mis hijos y mi marido lo están pasando mal» , comenta. En una de sus numerosas reclamaciones por el tiempo transcurrido entre la primera prueba y la segunda (la que confirmó su cáncer), el hospital le respondió así: «Le informamos que fue remitido a la Dirección de la Unidad de Gestión Clínica de Radiodiagnóstico, que nos ha trasladado lo siguiente: Lamentamos lo sucedido, actualmente nos vemos sobrepasados por la demanda de ecografías derivadas de mamografías de PDP con todos nuestros recursos disponibles. Intentamos minimizar los tiempos de espera en dicha actuación. Aportada la respuesta del Servicio afectado, quedamos a su disposición si requiere algo más por nuestra parte». El pasado 8 de septiembre, a través de la página de la gerencia del SAS, María envió otro escrito, abundando en el retraso de casi un año entre las pruebas diagnósticas y reclamando una fecha para su operación: « En respuesta a su mensaje enviado a través del buzón de contacto del Servicio Andaluz de Salud, le informamos que si bien comprendemos su preocupación por su situación sanitaria, al estar nuestra Administración sometida al Reglamento General de Protección de Datos (UE) del Parlamento Europeo y la Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos y Garantías de los Derechos Digitales, por este medio únicamente nos está permitido ofrecer información de carácter general ya que no es posible reconocer de forma indubitada al autor del mensaje«. La respuesta del SAS continúa así: «La planificación de la actividad en las Unidades Asistenciales en el ámbito hospitalario se ajusta a la prioridad clínica de cada caso y la organización general de las mismas, de acuerdo a la valoración realizada por el facultativo referente y a la disponibilidad de los recursos necesarios en cada momento. Para ello, se están programando las citas pendientes de forma progresiva, en función de la prioridad del proceso médico y teniendo en cuenta la fecha de solicitud, con el fin de evitar cualquier tipo de discriminación de los ciudadanos en su derecho al acceso a los servicios sanitarios públicos. Por otra parte, la falta de profesionales sanitarios en la Bolsa de Empleo del SAS de algunas categorías, como facultativos, limita la posibilidad de cubrir ausencias por permisos reglamentarios, bajas por enfermedad de los profesionales y otras circunstancias. Lamentamos su espera para su intervención quirúrgica , no obstante, dicha lista de espera es ineludible debido al número de pacientes en situación similar a la suya, y al hecho de que los recursos quirúrgicos del hospital deben distribuirse de acuerdo a la urgencia, gravedad y antigüedad de cada caso«. El SAS termina diciendo: «Queremos transmitirle que trabajamos intensamente para ofrecer cada día una mayor accesibilidad a los centros sanitarios. Para finalizar le deseamos una favorable evolución de su proceso y le comunicamos que hemos dado traslado de su escrito a su hospital de referencia. Un cordial saludo «. No contenta con la respuesta, María envió el pasado 10 de octubre un nuevo escrito a través del correo de Atención Ciudadana del Hospital Virgen del Rocío, al que le contestan al día siguiente: «Buenos días, informarle que el Libro de Sugerencias y Reclamaciones de la Junta de Andalucía es el medio para formalizar su reclamación. En formato papel, se encuentra disponible en todos los centros del Hospital Universitario Virgen del Rocío, pero también puede formalizarla por vía electrónica, en la web https://www.juntadeandalucia.es/haciendayadministracionpublica/lsr/lsr/inicio.jsp. Si dispone de certificado digital, debe firmar el documento y quedará presentado en el registro de entrada de dicha web . Si no dispone de certificado digital, debe imprimirlo en papel, firmarlo y presentarlo en un registro público, donde le devolverán su copia sellada. Si opta por el formato papel y no puede acudir al hospital, también puede acudir a su centro de salud más cercano, indicando el nombre de nuestro Hospital en el apartado de Centro objeto de la reclamación. Un saludo».