El Madrid se desvanece ante el Olympiacos
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El Real Madrid ha abrazado la irregularidad esta campaña. Tras un fatal inicio, los blancos se recompusieron con cuatro victorias consecutivas pero, ante el Olympiacos en Atenas, volvieron a las andadas. Después de una primera parte muy igualada, Hezonja y Campazzo propulsaron a los visitantes hasta alcanzar una ventaja de nueve puntos. Sin embargo, en un error impropio, comenzaron a conceder rebotes y los helenos, de la mano de McKissic y Walkup , aprovecharon la oportunidad para revertir la situación y conseguir una inesperada victoria. El Madrid, después de un mes de competición, aún no sabe lo que es ganar fuera de casa. Hay pocos antídotos contra Tavares en Europa, pero quizás sea Moustapha Fall uno de los que más incomoda a la bestia africana. Es por eso que Mateo saltó a El Pireo con Ibaka de titular, flojo en este inicio de temporada pero mucho más letal desde la larga distancia que su compañero. Y el congoleño respondió con contundencia, con dos aciertos consecutivos desde el triple. Puntos muy bien recibidos, pues el Olympiacos, con solo dos victorias en cinco duelos continentales , había marcado el enfrentamiento contra el Madrid en rojo, consciente de que una victoria frente al rey podía cambiar su mala dinámica. Los problemas no tardaron en brotar después de que Campazzo sumase su segunda falta personal. Con el argentino en el banquillo, los blancos se diluyen en ataque y los griegos no dudaron en abalanzarse sobre ellos. Aunque los helenos no estaban nada finos, entregados en ataque a un errático Fournier y poco hábiles a la hora de detener los contraataques rivales. Perdonaron cuando no debían y el Madrid comenzó a crecer, en parte gracias a Llull , muy agresivo y serio desde el puesto de base. Abalde y Ndiaye picaban desde el triple, Tavares anulaba a Milutinov y la defensa visitante dejaba frío a uno de los estadios más volcánicos de Europa. Sin embargo, la ventaja era escasa y el Madrid estaba lejos de la excelencia, era demasiado conformista. Es por eso que un triple de Peters y un buen gancho de Fall dibujaron el empate en el marcador. Por sorpresa, el Olympiacos había vuelto de lleno al partido. Dos tiros libres de McKissic permitieron a los griegos llegar con dos puntos de ventaja al descanso. Los blancos debían reaccionar. Tras la reanudación, Musa anotó cuatro puntos y Campazzo dio a Deck una de las asistencias de la temporada, por la espalda y desde una distancia irrisoria. La reacción helena fue de categoría, con triples de Walkup y Fournier. Ninguno de los dos bandos conseguía la regularidad suficiente para construir una buena ventaja y serían los pequeños detalles los que decidirían el resultado final. Una asignatura en la que el Madrid no tiene parangón. Fue Hezonja el más hábil de los pupilos de Mateo, especialista el croata en hacer daño con su virtuosismo. Un triple y un mate del balcánico elevaron la ventaja blanca hasta los nueve puntos mientras Bartzokas , empapado en sudor, se desesperaba ante la desidia de sus jugadores. Les salvó la falta de contundencia visitante en el rebote defensivo y, los griegos, contaban con hasta tres ocasiones para anotar de manera consecutiva. Fallo incomprensible que derivó en que el Madrid desperdiciara su jugosa ventaja antes del último periodo. El Olympiacos estaba crecido, grande en defensa, aupado por su ferviente grada y por las genialidades de McKissic . Al Madrid le temblaban las piernas y solo algún triple esporádico les permitía mantenerse a rebufo, pero su juego no era fluido, demasiado sencillo y poco decidido. El gigantón Fall distribuía la pelota como un base y un triple de Vezenkov confirmó el mal partido de los blancos y su vuelta a la senda de la derrota.