«El objetivo no es un podio, es ganar el Mundial

Ante cada nueva fase final de un torneo de fútbol sala la selección española siempre ocupó un lugar en el primer escalón de los favoritos. Con una de las ligas más potentes del planeta desde que este deporte comenzó a popularizarse, España suma en su palmarés, entre otros títulos, dos Mundiales y siete Eurocopas. Sin embargo, la última copa del mundo que consiguió para sus vitrinas data de 2004 y reinó en Europa por última vez en 2016. Una sequía que de puertas adentro ha afectado a la autoestima y de cara al exterior le ha hecho perder su aura de equipo casi invencible. Tan evidente resulta que incluso Sergio Lozano , su capitán, lo verbalizó recientemente: «No somos favoritos». Se refería el jugador del Barça al inminente Mundial de Uzbekistán, que comienza hoy y se alargará hasta el 6 de octubre. Una cita a la que España acude como uno de los candidatos al título, pero quizás un punto por detrás de selecciones como Portugal, actual dominadora europea y mundial, o Brasil, que tras un largo bache parece recuperar su brillo de antaño. A pesar de ello, tanto los jugadores como su técnico, Fede Vidal , evitan rebajar las expectativas y apuntan a lo máximo, pelear por levantar el trofeo: «El objetivo no es un podio, es ganar el Mundial. Lo primero con lo que me doy por satisfecho es por hacer un buen trabajo, que el grupo esté contento, intente hacer las cosas bien y luego lógicamente el objetivo es ganar el título. Un seleccionador y un grupo que tienen ese objetivo no se quedan satisfechos con cualquier cosa». Ante la actual sequía, Vidal recuerda que en el último Mundial y en el último Europeo perdieron con el campeón «en situaciones límite, muy igualadas» y añade que «está claro» que les faltó «un punto de competitividad». «Ese es el salto que tenemos que dar, pero seguimos entre las grandes selecciones que pueden optar a cualquier cosa en este Mundial», se reivindica. Para el de Jerez de la Frontera, resulta evidente que el fútbol sala ha evolucionado mucho: «Cada vez hay más selecciones con opciones. Muchas que están trabajando muy bien y se están adaptando a esos cambios, a esas nuevas ideas de juego como la utilización del portero-jugador. Antes estaba muy definido el favoritismo de los que podían conseguir el título y ahora el abanico se ha abierto y es más amplio, y cada vez es más complicado. Nos tiene que servir para ponernos un nivel de exigencia mayor a nivel competitivo». España jugará la primera fase en el grupo D junto a un duro rival, Kazajistán, y dos equipos mucho más asequibles, Nueva Zelanda y Libia. La clasificación para octavos no parece peligrar. Sin embargo, el seleccionador despeja la euforia de forma contundente: «La gente puede pensar eso pero cada vez es más igualada la competición, no solo a la hora de pelear el título o intentar llegar a las últimas rondas, sino que ya la fase de grupos se ha abierto muchísimo y hay muchos equipos que han aumentado su nivel. Tenemos que respetar la competición, a los rivales y lógicamente clasificarnos en la mejor posición posible para intentar tener los mejores cruces, pero sabemos que en todos los grupos habrá sorpresas y que cualquier equipo que toque en las eliminatorias será complicado. La idea es ir paso a paso, sin pensar en el camino y llegar lo más lejos posible». «Kazajistán es a priori el rival más complicado, semifinalista en el anterior Mundial y con un jugo muy determinado por el uso del portero-jugador y grandes jugadores. Sabemos que será igualado pero intentaremos dar lo mejor para conseguir la victoria. Luego Nueva Zelanda es una de las primeras veces que está en un Mundial, tiene un juego diferente con defensa zonal y está compitiendo muy bien. Quizás aún no pueda conseguir muchos buenos resultados pero está creciendo mucho y será difícil, igual que Libia, que hizo un buen papel en la Copa África y cuenta con un gran trabajo por parte de un técnico español, Ricardo Íñiguez «. Pese a no ser la de otras épocas, cuando contaba con jugadores que inscribieron su nombre como leyendas en la historia de este deporte, como Vicentín, Paulo Roberto, Luis Amado, Javi Rodríguez o Kike Boned , la selección española dispone de una plantilla rica en recursos, con inteligencia táctica y también calidad. «Tenemos muchas armas, tanto a nivel de jugadores como de modelo de juego, recursos en todos los ámbitos, ofensivo y defensivo», presume Vidal. «Eso es fruto de la riqueza de nuestra competición nacional que inculca a los jugadores diferentes maneras de ver el juego, lo que nos facilita a los seleccionadores la opción de variar la idea de juego y poder adaptarnos siempre al rival y tener un carácter competitivo mayor. Y luego también que tenemos jugadores con una riqueza táctica y con una capacidad de juego enorme y eso nos va a permitir, partido a partido, tener claro lo que tenemos que hacer y confianza en que va a salir bien». «Hemos tenido una buena preparación, con mucho tiempo para trabajar y siete amistosos. Llegamos listos y con la mentalidad muy centrada en el Mundial«, añade. Si a eso se suma el buen ambiente del grupo, los ingredientes para hacer un buen torneo están. Solo queda que acompañen el acierto y la suerte. Ni siquiera la noticia de que la Federación ya ha atado a Jesús Velasco como nuevo seleccionador para después del Mundial, independientemente del resultado, ha alterado la convivencia en la concentración. «Esa es una cuestión que creo que no se me debe preguntar a mí», despeja Vidal. «Estoy centrado en el Mundial, estamos concentrados en el presente que es lo importante y de cara al futuro ya veremos».