Niña Pastori recorre el 'Camino' del éxito en Sevilla
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Anoche, la tercera edición de 'Noches de la Maestranza' se inauguró por todo lo alto: al compás de Niña Pastori. Es la tercera vez, en menos de un año, que la gaditana viaja a la capital hispalense a presentar su gira 'Camino'. Sin embargo, fue el espectáculo más especial de todos . El escenario tuvo algo que ver con ello, porque no todos los días se va a un concierto en la Plaza de Toros de La Real Maestranza de Caballería. Con la mitad del recinto ocupado, lo que equivale a alrededor de 7.000 personas , el público esperó pacientemente al inicio del show, que se retrasó unos minutos. Mientras tanto, el brillo de miles de velas tintineando sobre las asientos libres entretuvieron a los asistentes hasta que una cuenta atrás se proyectó en la pantalla. Ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno… La magia empezaba ya. Con este título, sobre la pantalla, arrancó la noche. Tras una reflexión de veteranos del género, que respondieron a la pregunta «¿Qué es el flamenco para ti?» , un primer plano de Julio Jiménez Borja robó el protagonismo. El ritmo que empezó marcando Julio, tanto en el vídeo como en directo, con un bastón golpeando la tarima, terminó convirtiéndose en una fiesta llena de palmas, toques e instrumentos. Minutos después, el escenario se iluminó para recibir a una mujer llena de arte y vestida de rosa. Niña Pastori arrancó mezclando éxitos como 'Somos marineros', 'Tus ojitos negros' -de Camarón- o 'El cantante' -de Héctor Lavoe-, entre otros. El amor estuvo presente a lo largo de toda la noche: por el baile, el cante, las bulerías, el flamenco… Pero, sobre todo, por Sevilla. La artista no dejó de lanzar abrazos, besos y corazones a todos. «No tengo palabras para agradecer el cariño, el respeto tan grande…. He notado un crecimiento muy grande en esta tierra. Somos una familia muy grande y estoy muy feliz de estar esta noche aquí , con vosotros, en La Maestranza», explicó. 'Pon que dale', 'Burbujas de amor', 'Bon día' o 'De boca en boca' fueron otros temas que retumbaron por las paredes de la Plaza de Toros. Sin dejar atrás su mítico 'Cai', rindiendo homenaje a sus raíces. Más allá de la música de Niña Pastori, el establecimiento disfrutó de voces como la de Estrella Morente, que fue invitada en 'Válgame Dios' o Chaboli , así como de la habilidad de bailaores y algún que otro taconeo. «Estamos cerrando esta gira tan bonita que yo pensaba vivir un solo año. Este disco me ha sorprendido mucho , hemos hecho cosas muy bonitas», explicó Pastori. No obstante, todo lo que empieza, termina, aunque no sin antes pasar por diferentes fases, como la luna. La misma que ayer decoró la estructura superior del escenario. Una luna menguante, el emblema perfecto para despedir 'Camino' dado su significado: el fin de una etapa y el comienzo de otra. Que el futuro sea como tenga que ser, pero parece prometedor para Niña Pastori. «La música está cambiando», repitió la gaditana en varias ocasiones anoche, y, a pesar de ser un mundo inestable, el próximo año cumplirá tres décadas sobre los escenarios , algo que no todos los artistas pueden decir.