Sabalenka se venga y evita la fiesta estadounidense en Nueva York
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Aryna Sabalenka se hartó de llorar el año pasado en el mismo escenario del US Open donde ayer era todo sonrisa. La tenista bielorrusa cayó entonces en la final con Coco Gauff, la sensación local, con la Arthur Ashe volcada con la heredera aparente de Serena Williams. Sabalenka se vengó ayer en otra final con otra estadounidense, Jessica Pegula. Se llevó su primer 'grande' neoyorquino en dos sets. Pero fueron sufridos, emocionantes, de lo mejor que se ha visto este año en el cemento azul y verde (7-5, 7-5) La central de Nueva York y sus casi 24.000 almas no tuvieron la atmósfera eléctrica del año pasado. Pegula -30 años, número seis del mundo, hija de multimillonarios del norte de Nueva York- no es la niña bonita del tenis estadounidense, como Gauff. Pero la parroquia iba con ella y notó su impulso para romper pronto el servicio a Sabalenka, una de las grandes favoritos del torneo . La bielorrusa -26 años, número dos del mundo, ganadora ya dos veces en Australia- venía pegando desde hace tiempo a la puerta del US Open . Semifinalista en 2021 y 2022, finalista en 2023, buscaba coronarse por fin en Nueva York. Sabalenka se recompuso rápido y todo indicaba que cumpliría rápido con el pronóstico. Pero se rebeló Pegula, una jugadora que ha encontrado su mejor forma este verano en la temporada de pista dura de su país y que ha superado lesiones para meterse en su primera final de un 'grande'. Fue un set espectacular, en el que Pegula se defendía como gato panza arriba frente a Sabalenka, una jugadora demoledora, con un derecha como un martillo y que encontró su mejor golpe en el revés paralelo. Remató a la estadounidense con una dejada de revés para cerrar el primer set. El segundo tuvo la misma intensidad, con rupturas mutuas de servicio, peloteos de altos vuelos, gritos emocionados en las tribunas. Cayó también del lado de Sabalenka, que se tiró al suelo y se cubrió la cara. Había consumado su cuenta pendiente con Nueva York. «No tengo palabras, he estado tan cerca tantas veces, significa mucho para mí», dijo al recibir el trofeo.