París gana su apuesta de hacer el Sena apto para el baño
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Un siglo después de que París prohibiera el baño en el río Sena en 1923 mediante un decreto prefectoral por motivos de salud , la capital francesa ha ganado su apuesta de hacer otra ver el río apto para bañarse, tal y como se ha visto en las pruebas de triatlón masculino y femenino disputadas este miércoles. «Hemos ganado nuestra apuesta» sobre la descontaminación del Sena, se mostró satisfecha la alcaldesa de París, Anne Hidalgo , en declaraciones a BFMTV. «No había plan B porque el plan A era el único posible», explicó Hidalgo. «Promesa cumplida», se felicitó la ministra saliente de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra en red social X (antiguo Twitter). Tanto la ministra como la alcaldesa se había bañado por separado en el río hace unos días para mostrar a los atletas y al público que el agua del Sena era apta para el baño. En 1988, el futuro presidente francés Jacques Chirac , por entonces alcalde de París, lanzó la idea de limpiar el Sena para que los parisinos pudieran volver a bañarse en el Sena. Treinta seis años después, el sueño de Chirac se ha hecho realidad gracias a la inversión por parte del gobierno francés de 1.400 millones de euros en su «plan Baignade» (plan de baño) para acelerar la limpieza del Sena y hacerlo apto para el baño. «Lo hemos conseguido. Gracias a una inversión masiva del Estado, con París y el Val-de-Marne, hemos conseguido en 4 años lo que fue imposible durante 100 años: bañarse en el Sena», presumió el presidente Emmanuel Macron en las redes sociales. Los Juegos Olímpicos han supuesto un acelerador para este proyecto de hacer posible otra vez bañarse en el Sena y será uno de los legados que dejarán las Olimpiadas en la región. Para lograrlo, se han realizado obras de envergadura para descontaminar los ríos Sena y Marne «mejorando la desinfección de las aguas residuales vertidas por las depuradoras aguas, eliminando los vertidos directos de aguas residuales a los ríos, tratando las fuentes locales de contaminación, eliminando los vertidos de aguas residuales de los barcos y reduciendo los vertidos de aguas pluviales de los sistemas de alcantarillado», según la prefectura de París e Île-de-France (región parisina). Entre las obras que se han realizado en París destaca la construcción un nuevo tanque de tormentas junto a la estación de tren de Austerlitz. Esta «catedral subterránea» tiene la capacidad de almacenar 50.000 metros cúbicos de agua de lluvia, el equivalente a 20 piscinas olímpicas o a seis meses de lluvia. Cuando hay grandes precipitaciones en la capital, el tanque de tormentas de Austarlitz permite recoger las aguas residuales y las primeras aguas de lluvia, que son las más contaminantes, para evitar que éstas se viertan directamente al Sena. De ese modo, se regula su paso hacia las depuradoras para su limpieza, lo que permitirá garantizará la calidad del agua. Los parisinos y turistas tendrán, sin embargo, que esperar al verano de 2025 para poder bañarse en piscinas en el río que se instalarán en varios puntos de la ciudad. Si se bañan antes de esa fecha, se exponen a una multa de 15 euros.