Les Grands Buffets doblará su superficie para mejorar como «templo» de la cocina francesa
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La muerte del anterior alcalde de Narbona, Didier Mouly, ha evitado que Les Grands Buffets abandonara su emplazamiento desde que nació en 1989 y dejara de ser el principal atractivo turístico de la zona. El nuevo alcalde y presidente del área de Narbona, Bertand Malquier, ha anunciado la modernización y ampliación del Espacio de Libertad que alberga el restaurante de Francia con mayor facturación (26 millones de euros estimados este año), para convertirlo en el principal destino de ocio de Occitania. El objetivo es alcanzar los 800.000 visitantes anuales a partir de la finalización de las obras, prevista a finales del año 2026. La parte pública del emplazamiento de Les Grands Buffets se modernizará tras una inversión de 15 millones de euros para que el restaurante de Louis Privat, que también invertirá 5 millones de euros, amplíe su superficie 2.000 metros cuadrados , además de contar con su propio acceso elevado, una tienda de productos gastronómicos, artesanales y vitivinícolas de la región, junto a una zona de degustaciones, salón de té y nueva heladería. La ampliación no afectará al normal desarrollo del restaurante, que recibe anualmente casi 400.000 comensales, de los que más de 50.000 son españoles , entre otras razones, gracias al acuerdo con Renfe AVE que comunica Narbona con Barcelona en solo dos horas, y también desde Madrid, Zaragoza, Tarragona, Girona y Figueres con dos trayectos diarios por sentido. Cuando Renfe AVE obtenga la autorización de las autoridades francesas para llegar a París, se incrementarán las frecuencias. Una vez finalicen las obras de ampliación de Les Grands Buffets, previstas para el último trimestre de 2026 , Louis Privat afirma que «se podrá vivir una experiencia más completa» ya que «no aumentaremos los mil comensales diarios que recibimos ahora en los turnos de mediodía y cena». De momento, las reservas deben realizarse con meses de anticipación. El restaurante es un homenaje al chef francés Auguste Escoffier, «cocinero de reyes y rey de los cocineros porque ha elevado la cocina francesa a escala global», recuerda Privat, quien junto a su esposa Jane levantaron Les Grands Buffets como un «templo» del arte culinario del siglo XIX en honor al artífice de la propia idea de gastronomía. El restaurante es fiel reflejo del legado de la Unesco, que clasificó a la gastronomía francesa como patrimonio cultural de la Humanidad. Por eso la Fundación Auguste Escoffier ha proclamado a Les Grands Buffets como el primer restaurante dedicado a la salvaguarda de la gastronomía que el mítico chef impulsó. Así, el restaurante de Privat reproduce comidas de palacio, como el pato a la sangre, plato que está protegido por una hermandad que vela por el cumplimiento de los cánones de calidad de su elaboración, además de certificar la formación recibida por sus elaboradores. Su elaboración es todo un espectáculo que se realiza ante los comensales. La liebre a la royale también es auditada. Ambos platos forman parte de las 45 elaboraciones distintas que se realizan al momento por los 99 cocineros del restaurante, que tiene 7 pasteleros y 107 camareros . Las cifras de esta Meca de la gastronomía francesa son apabullantes, comenzando por las más de 300 referencias de su buffet libre y las 96 variedades de postres y repostería . También ostenta un récord Guinness mundial, al mantener diariamente el mayor surtido de quesos del planeta, con más de 111 variedades servidas con Champagne Marcier Moeët & Chandon al precio de 25 euros la botella. La gran mayoría de quesos son franceses, aunque también hay suizos, belgas, holandeses y españoles, entre los que destaca el mejor queso de cabra semicurado del mundo, que es catalán , elaborado por Formatges Muntanyola y la Fundación Ampans que da trabajo a personas con discapacidad intelectual en Sant Salvador de Guardiola (Bages). En cuanto a vinos y champán, el establecimiento dispone de más de 170 referencias francesas de Borgoña, Burdeos y la Cote du Rhone además de la región de Occitania, que los comensales pueden consumir por copas a precio del productor, sin recargo adicional. Más de 50 toneladas de ostras servidas al año, 40 toneladas de bogavante, medio millón de macarons artesanos producidos, tres millones de pasteles y 147.000 botellas de vino anuales son otras de las grandes cifras del restaurante, al que los adultos pueden acceder de forma ilimitada por 57,90 euros y los menores de 6 años gratis, mientras que la tarifa para los niños entre 6 y 10 años es de 28,90 euros. Entre los comedores del restaurante, profusamente decorados con obras de arte originales, destaca el salón Doré dedicado a Jean de la Fontaine, con una decoración excepcional obra de los técnicos en restauración del patrimonio francés que aplicaron hasta 18.000 panes de oro. Una docena de cuadros de las fábulas de Jean de la Fontaine, más dos retratos suyos, junto a candelabros Luis XVI, vitrinas de porcelanas raras y todo ello coronado con 5 lámparas de araña a medida de bronce, cristal y oro, iluminan la sala con un suelo de parqué Versalles de roble macizo. El arte es otra de las obsesiones de Louis Privat, para quien el lujo es consustancial a la cultura, no solo culinaria. Los comensales admiran sus colecciones de platería, además de pinturas, esculturas y artes decorativas a través de las diferentes salas del restaurante. «Siempre he pensado que el arte debe compartirse y no celebrarse únicamente en los museos», afirma Privat . Por eso exhibe entre los comensales en la vitrina central de la sala Ann Carrigton una obra original de la artista británica. La sala Max Le Verrier alberga diferentes esculturas de este artista Art Déco, mientras los Jardines Hervé di Rosa rinden homenaje a las esculturas tribales Foumban y la Tente d'apparat Jean-Baptiste Nolin con su decoración barroca flamígera, expone un auténtico mapa del trazado del Canal du Midi del siglo XVII. Incluso la cocina está presidida por decenas de cuadros en acero inoxidable, obra de Patrick Chappert-Gaujal. La visita a Les Grands Buffets supone así un pantagruélico alimento tanto para el cuerpo como para el espíritu.