Las divas del chonismo ilustrado: Hiba Abouk, Karol G, JLO y Gigi Hadid

Teñirse el pelo rosa y que quede bien, atreverse a lucir un crop top sin tener un corte de digestión y lucir unas bermudas en modo airoso eran tres gestas de estilo hasta ahora imposibles para la mayoría. Si embargo, estos días hay varias celebrities que lo han conseguido hacer y con nota. Es lo que tiene el chonismo ilustrado (un estilismo con imagen de barrio, pero maneras refinadas) que todo lo puede. La razón es que el look , antes llamado barriobajero , se ha ido volviendo exquisito gracias a las interpretaciones de las marcas de lujo , empujadas por las querencias de estilo de la calle (street style) y de las influencers que les gusta rizar el rizo o de las famosas, con Rosalía como cabeza de cartel en España . Pero empecemos por el principio, el chonismo es una palabra que nace y evoluciona gracias a la película de Bigas Luna 'Yo soy la Juani» (2006) en la que Verónica Echegui sienta las bases de la ilustración posterior. Después llegarían firmas de lujo, entre ellas Gucci o Balenciaga , que enseñaron a combinar el «chándal con tacones, arreglá, pero informal», que cantaba la gran Martirio a influencers y chicas fashionistas a las que le gusta el riesgo estilístico. Entre medias, los raperos, también de barrio, pero en clave estadounidense, con sus gorras rígidas , aros de tamaño hula hoop y collares dorados de cadenas XXL pusieron su granito de arena y algunos cantantes latinos, los más urbanos, fusionaron sus raíces estilísticas con las del Tío Sam. Así, unos y otros fueron sumando elementos hasta que llegamos a esta primavera 2024, en la que hemos visto por redes sociales cómo las influencers nos decían que combinar el pantalón de Adidas de corchetes laterales (modelo Adibreak) , una camisa masculina de traje y zapatos de vestir era lo más. Cuando creíamos que todo estaba visto, llega Karol G con su pedazo de imagen, salida de la mejor batidora estilística, para desbancar a Rosalía de un plumazo. Imagino que por unos días. Las cotas de refinamiento choni alcanzadas esta semana han sido lo nunca visto y más en los alrededores del Estadio Santiago Bernabéu . Vemos a Carla Pereyra , antes de uno de los cuatro conciertos que dio Karol G en el templo madridista, vestida de Loewe , Bottega Veneta y Celine. Nos enseña cómo practicar este estilo en clave de lujo y posa con un crop top (camiseta que no llega al ombligo) y la combina con pantalón masculino de inspiración deportiva y ugly sandals. El caso estilístico de Hiba Abouk es también de alta alcurnia, gracias a su bolso de Chanel . La actriz experimenta la mezcla incluso en el pelo, que se lo tiñe como la diva del escenario y lo combina con un traje dos piezas , que enmarcan la mejor silueta. Gigi Hadid se ubica más allá del charco, porque rinde homenaje a uno de los superhéroes de Marvel (Lobezno) con un look de Miu Miu que le queda bien a ella e imagino que a cuatro más en el mundo. Sin embargo, es bueno señalar que tanto las faldas de tiro bajo como las bermudas están muy de moda y han entrado arrasando, aunque de forma tardía en las oficinas y lugares de trabajo como sustituto de los pantalones largos. En este recuento de actualidad y cariz chonista tenemos que mostrar a JLO y lo hacemos por partida doble, porque es la mayor fan del crop top en sus múltiples versiones. Sólo esta semana ha vestido, según los paparazzis, hasta tres looks con esta prenda. Aquí destacamos la versión lady , de andar en bici, y la deportiva , de andar por casa o por el gimnasio. La cantante y actriz es la versión estilística más refinada del chonismo ilustrado . Es, como nadie, la mejor modelo para aprender a vestir de manera distinguida en este apartado: con gorra , aros del tamaño hula hoop, pantalón de chándal, zapas y crop top. Por si quedan dudas, al día siguiente, se monta en una bicicleta ataviada con una falda y top que parecen cosidos por la mismísima Carolina Herrera. Hay que a fearle el calzado , porque unas alpargatas con vocación de cangrejeras y plataforma no son lo mejor para estas prendas y para subirse al sillín.