El truco infalible para enfriar la cerveza en 5 minutos cuando estás en la playa o la piscina
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Existen multitud de maneras de disfrutar de una cerveza , aunque algunas de ellas puedan resultarnos un tanto extrañas. Hay países, como en Reino Unido, donde se suele servir la pinta de cerveza a temperatura ambiente, sin embargo, en España siempre se toma fría, especialmente durante el verano. Sin embargo, debido a que en esta época del año solemos realizar excursiones tanto al río como la playa o la piscina para refrescarnos, en la mayoría de ocasiones no disponemos de espacio suficiente para salvaguardar nuestras bebidas y mantener su temperatura durante largo tiempo , o simplemente queremos disfrutar de una cerveza bien fría y no contamos con ninguna fórmula para enfriarla rápidamente. Independientemente del caso, existen algunos trucos que pueden hacer que nuestra cerveza se enfríe en tan solo cinco minutos. Una manera fácil y rápida de enfriar la cerveza es utilizando un recipiente con agua al que deberemos añadir hielo y sal. Simplemente colocaremos la cerveza en el recipiente y la mezclaremos bien con el agua, el hielo y la sal. En tan solo cinco minutos, tendremos nuestra cerveza lista para disfrutar. Es importante tener en cuenta que si colocamos muchas bebidas en el recipiente, el proceso de enfriamiento será más lento, por lo que es recomendable hacerlo en pequeñas tandas. Si nos encontramos en casa, podemos utilizar agua y papel de cocina para enfriar la cerveza de forma rápida. Para ello deberemos empapar el papel de cocina con agua, envolver la lata o la botella que deseemos enfriar y colocarla en el congelador. En tan solo diez minutos, tendremos nuestra cerveza bien fría y lista para ser disfrutada. Asimismo, si queremos acelerar el proceso, tan solo deberemos añadir un poco de sal en el agua que usaremos para mojar el papel de cocina. Por último, cabe destacar que, aunque ambos trucos son efectivos y permiten enfriar la cerveza rápidamente , es preferible planificar este tipo de salidas con antelación y tener las bebidas ya refrigeradas en la nevera o disponer de una nevera portátil. Además, es recomendable no dejar que la cerveza se congele, ya que puede afectar a su sabor y textura.