Seis meses de tira y afloja con Correa
Francisco Correa no quería que su confesión viese la luz. No quería que publicásemos ese documento de nueve folios que me entregó en mano, en su casa en Sotogrande, el 12 de abril de 2015. Las cosas han cambiado mucho desde entonces. En aquel momento, quería tirar de la manta a cambio de una rebaja en su condena. Hoy estas conversaciones con la Fiscalía y las acusaciones están rotas. Correa ha cambiado de abogado –lleva ya cinco desde que empezó su proceso penal–, y esos nueve folios que en aquel momento me entregó, cuando negociaba su confesión, eran un material muy incómodo para él.