Los coches más modernos consumen y contaminan hasta un 40% más de lo que dicen sus fabricantes
Los coches que se venden en Europa consumen mucho más –y contaminan mucho más– de lo que publicitan sus fabricantes. Los motores queman hasta un 40% más de combustible de lo que los controles oficiales de consumo hacen suponer, según el análisis de 600.000 vehículos realizado por el Consorcio Internacional de Transporte Limpio (ICCT). Es la misma institución que ya alertó en 2014 sobre el trucaje que Volkswagen estaba haciendo a sus coches diésel. El desfase supone más gasto para los conductores y más impacto en la atmósfera.