La batalla del cajero fuerza a los bancos pequeños a asumir costes para no perder clientes
El sector financiero español es conocido por haber librado duras batallas por ganar negocio. La del pasivo (por captar depósitos), la de las súpercuentas remuneradas y ahora la que por cruenta parece ser la madre de todas las batallas bancarias: la del uso del cajero. La decisión de laCaixa de romper el mercado cobrando a los clientes de otras entidades dos euros por usar su cajero ha dinamitado el mercado y ha puesto contra las cuerdas a los reguladores que han descubierto que una suerte de vacío legal permitía el doble cobro de esta comisión.