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Октябрь
2024

La sombra del tongo sobrevuela Guadalix: nadie se cree el último movimiento de 'Gran Hermano'

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Anoche se vivió una de las expulsiones más esperadas de la última edición de Gran Hermano, un programa con un casting intersante, pero errores garrafales. Maite se ganó a pulso el rechazo de la audiencia tras pasar un mes criticando sin piedad a Óscar, el gran favorito. La enlatadora de anchoas dejó su Cantabria natal para mudarse a Guadalix pensando que su arrolladora personalidad enamoraría a la audiencia.

Nada más lejos de la realidad, según Jorge Javier Vázquez y el 90% de la audiencia española, Maite ha sido maleducada, cruel, faltona, déspota, poco empática y con cero autocrítica. Una joyita, vamos. Maite se presentó al reality como una mujer empoderada, amiga del colectivo LGTB, sin ningún tipo de filtro y con una gran capacidad de hacer reír.

El único problema es que no nos ha hecho ninguna gracia. Cortes de manga a su compañero, insultos muy desagradables (llamó "rata" a Óscar en toda su cara) y continuos desprecios que nadie entendía, pues Óscar jamás le insultó de esa forma tan descarada. No tener pelos en la lengua para todo lo malo y nada de lo bueno le ha pasado factura, quedándose a las puertas de formar parte del casting oficial.

El repaso de Jorge Javier a la última expulsada de 'Gran Hermano'

"Son pocos rasgos de humanidad que te he visto dentro. Inexistentes, por decir de alguna manera. Yo creo que para la audiencia de Gran Hermano, incluido para mí, ha sido una gran decepción. Has sido maleducada, poco empática, cruel en muchas ocasiones, cero autocrítica y con un empecinamiento en ser como tú eres, con 'yo soy así', y no escuchar a nadie", le dijo Jorge a Maite, quien, de repente, se quedaba mudita, incapaz de contradecir las palabras del presentador.

Tras una pausa muy larga, la cántabra finalmente abrió la boca para decir que se consideraba "una persona honrada, humilde, pura y sincera". 

Pero Jorge no se bajó del burro y le respondió diciendo que esperaba que, a partir de su expulsión, cambiase la percepción que tenía de sí misma: "Feo lo tuyo y feo los que te reían las gracias porque te han llevado a esa debacle de concurso. Si hubiera habido alguien que de verdad te quisiera, te hubiera dicho 'Maite, no'. Y tú ahora estarías dentro".

Una extraña justificación

"Es que yo soy muy de pueblo". Con esas siete palabras, Maite justificó su pésimo comportamiento dentro de la casa, como si la gente de pueblo careciese de educación, empatía y sororidad con el prójimo. Tratar a Violeta de "perra faldera" por su relación con Edi, para Maite es solo una frase hecha, un chascarrillo sin importancia.

Y qué curioso que afirma que solo se ha dejado llevar por sensaciones, cositas que ha ido viendo, pero esas sensaciones solo le han hecho poner fina filipina a Violeta, de Edi no ha dicho ni mu. "Bloqueada y con la mente en blanco", así abandonó Maite el plató, tras un sabio consejo de Jorge: "Has tenido una oportunidad de oro para disculparte con alguien. Lo has visto muy claro, has visto los vídeos, las imágenes y no has sido capaz de desprenderte de tu coraza, de tu armadura, de decir 'qué mal lo ha hecho' (...) 'Gran Hermano' es una gran oportunidad para conocernos a nosotros mismos. Aprovéchala".

La estrategia de 'Gran Hermano'

Si hay algo que define a los concursos de Mediaset es su afición por magnificar los sentimientos y favorecer a ciertos concursantes. Lo de Laura, sinceramente, es de traca. La hija de María José Galera, primera expulsada de la historia de Gran Hermano, no solo se salvó de la expulsión antes que su "casi algo, casi nada", Manu, también consiguió la inmunidad gracias a una caja sorpresa que no sorprendió a nadie.

Nos cuadra que salven a Violeta para que Edi, buscacarpeta de manual, siga avivando la llama del "amor", pues sabe que se acerca a "caballo" ganador. También entendemos perfectamente que salven a concursantes a los que nadie soporta como Adrián, para que se confíen y el batacazo sea épico después. El tema de Óscar es obvio, ¿cómo no iba a salvarse el primer día si es uno de los grandes favoritos?

Hasta compramos la salvación de Ruvens porque se lo tiene tan creído, que convertirse en uno de los primeros concursantes oficiales solo le hará ganar aún más confianza en sí mismo, lo que nos vendrá bien para descubrir muchas más caras de las que ya ha mostrado.

Hay una enchufada en mi programa favorito

Lo de Laura no tiene ni pies ni cabeza. La joven, que tiene menos gracia que ponerte mala el día de tu cumpleaños, fue Big Bro la semana pasada y esta, inmune junto a Ruvens y Manu. Lo más gracioso es que Jorge dice que es todo legal, que la caja sorpresa que tenía que explotar con el color verde de la inmunidad estaba ahí desde el principio de los tiempos. Para aumentar aún más la veracidad de su teoría, saca un sobre donde pone "caja 4" justo después de anunciarse a los inmunes.

No sé, Rick, algo no cuadra. Esa obsesión desmedida por favorecer a Laura, cuando la mayoría de seguidores del reality no pueden ni verla, es cuanto menos curioso. Porque Laura, como su amigui Maite, también carece de empatía, vive enfadada todo el día y critica lo más grande. "La capa no la mueve ni Dios", dijo cuando Ruvens afirmó que la capa "maldita" de su compañera se iba a quedar colgando de la pared hasta la final, cuál altar a los grandes mártires.

Laura puede despotricar lo más grande, pero nadie puede decirle nada a Laura. Mirad como se puso cuando Javier, con toda la razón del mundo, le reprochó su mala actitud en la cocina. "Se creen que la casa es suya y ya estoy hasta los huev**", dijo el gallego, indignado cuando su compañera aseguró que "ni a mí, ni a mí gente nos vais a sacar de la cocina".