Caso Errejón: un resumen de las denuncias que acusan al político de violencia machista
Íñigo Errejón, exportavoz de Sumar en el Congreso, ha acumulado varias denuncias por presunta violencia sexual en los últimos días. Varias han sido interpuestas ante la Policía, mientras que otras se han conocido a través de las redes sociales y medios de comunicación mediante testimonios anónimos. A continuación, recopilamos las denuncias que se han hecho públicas.
Denuncias contra Errejón ante la policía
Elisa Mouliaá. La actriz presentó el pasado jueves 24 de octubre una denuncia por agresión sexual ante la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía en la que acusa a Errejón de besarla y tocarla varias veces, “todo ello sin su consentimiento”. Los hechos narrados por Mouliaá ocurrieron en una fiesta celebrada en el año 2021.
- En Newtral.es te contamos los detalles de la denuncia y a qué penas se puede enfrentar Errejón por estos presuntos delitos.
Aída Nízar. La exconcursante de Gran Hermano y colaboradora televisiva ha presentado este lunes 28 de octubre una denuncia ante la UFAM de Marbella (Málaga) contra Errejón también por presunta agresión sexual en un acto celebrado en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en 2015, según ha adelantado OkDiario.
- Nízar, que cubría el acto en calidad de periodista, detalla en la denuncia que el exdiputado le “dio un fuerte azote en las nalgas”, que la “abrazó con fuerza hacia sus partes” y la “amenazó” delante de otros políticos.
Denuncias anónimas en redes
Las denuncias publicadas por Cristina Fallarás. El caso Errejón estalló con el testimonio anónimo de una mujer publicado por la periodista Cristina Fallarás en su Instagram la semana pasada. A partir de entonces, Fallarás ha publicado otros testimonios con el hashtag #Errejón en los que distintas mujeres narran cómo el político presuntamente utilizó su posición de poder para tener “sexo violento”.
- En el primero que publicó Fallarás, la mujer contaba que “político muy conocido que vive en Madrid” era un “maltratador psicológico”. Aunque no mencionaba su nombre, tanto Sumar como Más Madrid entendieron que se refería a él.
- En el segundo testimonio de abuso atribuido a Errejón, la mujer detalla cómo este “enseguida puso el pestillo” de la habitación en la que se encontraban. “En ese momento pasé a ser una marioneta. Volcaba toda su fuerza sobre mí”, relata. “Te hace suya mediante mil maneras de castigo”, prosigue, asegurando que la obligaba a responder a la orden de “dime quién soy”. También detalla cómo se drogaba encima de ella.
- En el tercero, la presunta víctima remonta su experiencia a 2014, cuando nació Podemos. “Recuerdo que fue un sexo duro, con el que yo no disfruté. Su misión era satisfacerse él mismo”, recuerda la mujer, que dice cómo el político la hizo salir rápido de la habitación de hotel en la que quedaron. También se refleja en el testimonio anterior.
El caso de Castellón. Mucho antes de que Errejón dimitiese y de que empezasen a salir a la luz las distintas denuncias que se han conocido en los últimos días, una denunciante anónima publicó hace un año en X (antes Twitter) un hilo en el que contaba como Errejón le tocó el culo en un festival. Estos mensajes fueron borrados. Mónica García, ministra de Sanidad y líder de Más Madrid, acusó a Errejón y a la exdiputada Loreto Arenillas, a quien han cesado, de “minimizar esta agresión” y pidió perdón por “no haber ido más allá” en las averiguaciones.
Denuncias en medios de comunicación
elDiario.es. Sara (pseudónimo) ha contado su experiencia con Íñigo Errejón a elDiario.es, en la que relata que tuvo una relación intermitente de algo más de un año con este político basada en el ejercicio del poder: “Todo iba en sus ansias de ridiculizar y dominar a mujeres”. La víctima cuenta cómo Errejón puso “condiciones” a su relación.
El Salto. Este publicó el testimonio de Violeta (también pseudónimo). Esta víctima estuvo chateando con Errejón durante medio año en 2015, cuando ella tenía 23 años. Quedó con él dos veces, encuentros en los que tuvieron “una relación de sumisión no consensuada” con sexo “agresivo y violento”.
- “Fue como una película burda de porno heteronormativo. Tirones de pelo, cachetes, frases desagradables y ningún ‘qué tal’ ni miradas para testear si yo estaba bien”, explica. También denuncia maltrato psicológico.