Qué son las casas nido de Galicia, las escuelas del entorno rural para niños de 0 a 3 años

La Xunta de Galicia ofrece una educación infantil gratuita para los niños de 0 a 3 años desde septiembre de 2022, iniciativa que llega en distintas formas según el tamaño del municipio. Para los de menos de 5.000 habitantes, lo hace a través de las casas nido.

Qué son las casas nido. Las casas nido son escuelas infantiles en lugares donde “por su escasez de población, no resultan viables los modelos tradicionales de servicios de atención a la primera infancia”, de acuerdo con la Consellería de Política Social e Igualdade.

• Forman parte de un programa gallego puesto en marcha en 2016.
• Las personas responsables son autónomas “que cumplen unos requisitos de titulación” o cooperativas de especialistas en educación infantil, como explica a Newtral.es el presidente del sindicato ANPE en Galicia, Julio Díaz Escalante.

Un dato. En la actualidad, Galicia tiene en funcionamiento 103 casas nido, y se prevé que a final de 2024 lleguen a 111, como publicó el medio regional La Voz de Galicia.

La mayoría se encuentran en la provincia de Ourense (51), seguida de Lugo (27), al contener las áreas más rurales de la región gallega, según Díaz.

Todas las casas nido en Galicia están bajo la titularidad de mujeres profesionales de la educación, salvo dos. 

Más atención. Una de ellas es Tamara Diéguez, a cargo de A casa da árbore, en la localidad luguesa de Portomarín, donde, pese a no ser originaria de allí, asegura que fue “muy bien acogida”.

• Para Diéguez, la ratio de un máximo de cinco niños facilita su cuidado y ofrece a las educadoras “muchas posibilidades” de hacer actividades con ellos.

De acuerdo con la profesora titular de Medios de Investigación en Educación en la Universidad Autónoma de Madrid, Cynthia Martínez-Garrido, este tipo de escuelas también permiten que los pequeños se mantengan en su entorno durante una etapa de “primeros aprendizajes”.

No obstante, no debe confundirse con otras iniciativas de carácter privado, las cuales, para Martínez-Garrido pueden “pervertir” la idea de las casas nido y limitar la educación de 0 a 3 años a las acciones de “dar de comer y dormir” a los niños.