La inmigración no supone una amenaza ni para el empleo ni para los sueldos de los españoles, según Fedea
Los temores a menudo asociados a que la inmigración supone una amenaza para el empleo, los sueldos o salarios, los servicios públicos y la seguridad, “son exagerados o mal fundamentados”. Así lo sugiere la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) en un informe que analiza la percepción y los efectos reales de la inmigración en España.
- Contexto. La inmigración ha pasado a ser el principal problema del país para los españoles, según el último Barómetro del CIS, escalando desde el noveno al primer lugar en este ranking de percepción en apenas unos meses.
Efectos de la inmigración sobre los españoles. “En general, no hay evidencia que respalde la afirmación de que la llegada de inmigrantes perjudique las oportunidades de empleo ni repercute en los sueldos de los nativos” (los españoles), sentencia Raquel Carrasco, profesora titular en la Universidad Carlos III de Madrid, quien firma el estudio.
- Los estudios a nivel europeo revelan que, en algunos casos, puede incluso contribuir positivamente a la economía local. “La inmigración puede coexistir con un mercado laboral saludable”, concluye la autora.
Diferencias salariales. El estudio detalla que, tanto el salario bruto anual como por horas de los migrantes extracomunitarios –de Latinoamétrica o África– son “considerablemente inferiores” a los de los españoles”. Basándose en la Encuesta de Estructura Salarial (EES), Fedea calcula una diferencia aproximada del 30%.
- Las personas migrantes ocupan empleos a tiempo parcial y temporales y se concentran en el sector de la construcción.
- Aunque “la mayor parte de esta se debe a diferencias en las características y situaciones laborales de ambos grupos”, el componente de la disciminación y las barreras estructurales de inserción (un 6% de la diferencia salarial) “sigue siendo importante abordarlo”.
Empleos que los españoles rechazan. La brecha de empleo entre los españoles y las personas migrantes durante el primer año de estancia en España es del 15% para los hombres y del 4% para las mujeres, según recoge el informe con datos de la EPA. Esto cambia a los cinco años de su llegada porque suelen aceptar trabajos peor remunerados y con contratos temporales, que los españoles rechazan, sostienen.
- Por ejemplo, las mujeres latinoamericanas se concentran en trabajos de servicios domésticos y cuidados, “lo que facilita su entrada en el mercado laboral, aunque a menudo en empleos poco cualificados y con escasa protección social” y menor remuneración. Los inmigrantes también suelen ocupar puestos de trabajo agrícola.
- Por tanto, tampoco se benefician más de las ayudas por desempleo que los españoles.
Fuentes
«Algunas reflexiones sobre el fenómeno de la inmigración en España: Percepción social versus efectos reales».